La anunciada grada supletoria que se instalará detrás de la portería sur del campo Ramón Blanco, en las instalaciones El Rosal, tendrá aún que esperar un tiempo curioso. Después del tratamiento del terreno existente detrás de la portería, rellenado con grava y hormigón, la colocación de las piezas que den forma a esa grada se alargará en el tiempo entre un mes y medio y dos meses, aunque la idea es recortar esos plazos. Ya no estuvo hace dos semanas para el debut ante el Real Murcia ni lógicamente tampoco estará este domingo.
El problema es mayúsculo ante un aforo tan reducido porque el 29 de septiembre está previsto el Cádiz B-Algeciras y el 13 de octubre el filial recibirá al San Fernando. Con algo más de 1.000 espectadores, que son los que caben sin la supletoria, el problema sería mayúsculo.
La empresa encargada de instar la grada calcula que en el mejor escenario puede tardar un mes largo, si bien en el peor esos trabajos se pueden alargar a las ocho semanas, en cuyo caso -si no se jugara en Carranza- habría que recibir con esa capacidad a Badajoz, Algeciras, San Fernando, Villarrobledo y quizás al Mérida.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios