El pasado domingo 19 de febrero falleció a los 88 años Francisco Javier Téllez Lainez, una persona de indudable relevancia en la historia del Cádiz CF.

La época más gloriosa del Cádiz CF, la de ocho temporadas consecutivas en Primera División en la década de los 80 y principios de los 90, no puede entenderse sin la figura de Javier Téllez, directivo del club en la larga etapa de Manuel Irigoyen como presidente. Fue su hombre de máxima confianza, vicepresidente y tesorero, siempre afanado en la complicada tarea del encaje de las cuentas sin la cual hubiese sido imposible competir con los grandes del balompié patrio.

Encargado de la parcela económica, Téllez se las ingenió para que un club modesto como el Cádiz CF, con recursos limitados, disfrutarse de una prolongada estancia en la élite del fútbol español, cuando el equipo amarillo empezó a ser reconocido gracias a sus repetidas hazañas.

Gaditano, cadista has la médula y convencido del enorme valor de la cantera, Téllez se desvivió por el equipo de sus amores y desempeñó un papel fundamental en el crecimiento de la entidad, a la que se dedicó en cuerpo y alma para llevarla lo más alto posible.

Después de un par de ascensos y descensos en los albores de los 80, llegó la etapa más estable del Cádiz CF en Primera gracias al desempeño de aquella directiva en la que Javier Téllez tuvo un peso indiscutible.

Era un hombre amable, atento con los periodistas, a los que en cada partido en el estadio Carranza contaba en persona la recaudación obtenida. Eran otros tiempos.