Aridane Hernández y Juan Villar, dos jugadores de Osasuna con pasado cadista, podrían celebrar el domingo en el Ramón de Carranza el ascenso del conjunto navarro a Primera ante su antigua afición, un éxito personal para ambos que les llevaría al éxtasis que supone el salto a la máxima categoría pero que al mismo tiempo implicaría un importante revés para las aspiraciones de su ex equipo.

El central cuenta con menos protagonismo, pero el extremo lleva este curso 11 goles

El futbolista canario, que abandonó la disciplina cadista en verano de 2017, después de completar dos extraordinarias campañas que concluyeron con el recordado ascenso en el Rico Pérez de Alicante y, ya en Segunda, con la clasificación para el play-off, respectivamente, regresará a la Tacita de Plata pero probablemente no lo haga como en el once inicial. De hecho, el defensa central sólo ha participado este curso en 17 partidos, 14 de ellos como titular, en los que ha permanecido sobre el césped 1.238 minuos en los que le han mostrado seis cartulinas amarillas y una roja. Pobre bagaje para quien fue un fijo con Cervera y reportó un suculento ingreso para las arcas de la entidad con su traspaso.

Por su parte, el onubense Juan Villar volverá a la capital gaditana con un pie y medio en Primera cuatro años después de su adiós. Entre 2012 y 2015, el onubense disputó 114 encuentros con la elástica amarilla en los que marcó 42 goles. Después fichó por el Valladolid y pasó por el Tenerife antes de llegar esta campaña a Osasuna, en donde ha disputado 27 partidos, 23 como titular. 1.794 minutos que ha aprovechado para anotar 11 dianas nada menos.