Antonio Calderón. Entrenador del Cádiz

"No esperaba tener ya tres puntos sobre el Guadalajara"

  • El técnico afirma que "se ha conseguido el efecto revulsivo" y aboga por continuar trabajando "para seguir ganando las finales que quedan"

Gaditano criado como futbolista en la cantera del Cádiz, debutó joven el primer equipo (con 19 años) y ya como entrenador dirigió al equipo amarillo en la temporada 2007/08 en Segunda A con un amarga destitución después de 24 jornadas cuando el equipo estaba cinco puntos por encima del descenso. La vida le da una nueva oportunidad en el club de su tierra, aunque se monte con el tren en marcha y con el destino cercano. Antonio Calderón no ha podido empezar con mejor pie su segunda andadura como entrenador del Cádiz. Las tres victorias consecutivas han devuelto la ilusión al universo cadista justo cuando se avecina el tramo más importante de la temporada. "El efecto revulsivo se ha conseguido, lo importante ahora es saber mantenerlo a base de trabajo", comenta el técnico en el encuentro con este periódico mantenido en la Redacción de Diario de Cádiz.

Calderón se sentaba en el banquillo con sólo ocho partidos por delante para el final de la Liga. Poco tiempo, pero suficiente para enderezar el rumbo de un equipo al que cogió quinto y ahora es cuarto, de nuevo en la zona noble de la tabla. "Llegaba y había que meterse en el equipo, saber lo que pensaban los jugadores, darle lo que necesitaban para competir", explica sobre sus primeras semanas con la plantilla. "Ellos saben que tienen capacidad, son ocho finales -ya quedan cinco- que hay que ganar y lo que estamos es diciendo y haciendo cosas".

"Veía al equipo y pensaba que tenía que competir mejor, había perdido la manera de competir que mostraba a principio de la temporada y el equipo demandaba ayuda para encontrar el camino", relata el gaditano sobre la situación en la que a su juicio estaba el conjunto amarillo.

A su juicio, el problema era "más de cabeza que futbolístico, aunque en lo futbolístico uno siempre quiere dar su sello. Quiero un equipo más intenso, solidario, comprometido. Calidad tienen los jugadores, hay que hacerlos trabajar como un equipo". Eso sí, llega con la urgencias propias de un histórico candidato al ascenso. "Hay que concentrarse en lo que hay que hacer para ganar. Nadie puede exigirme que hay que jugar bien, pero sí ganar partidos".

No oculta Calderón la buena base de trabajo que se ha encontrado tanto él como sus ayudantes. "El equipo tiene una buena base, hay que saber lo que se ha estado haciendo en los físico, lo técnico, lo táctico. Hemos hablado con Toni y Rodri y también con Raúl Agné, que se ha puesto a nuestra disposición porque aquí lo que prima es que el equipo prospere. Ellos trabajaron de una manera, se jugó bien y se hicieron muchos goles. Teníamos que ver qué añadíamos para intentar mejorar".

Una de las patas fundamentales de un proyecto es el compromiso de las personas que forman parte de él. Calderón tiene la tranquilidad los futbolistas están por la labor de hacer bien las cosas. "Los jugadores están contentos, les pregunté si quieren estar o no y me dijeron que quieren estar en el Cádiz, un equipo grande, y dispuestos a seguir peleando".

El bloqueo que sufría el Cádiz a domicilio le impedía subir más allá de la quinta posición hasta que llegó la importante victoria en el campo de la Balona. "Con el triunfo en la Línea la afición está motivada, todos ven la luz al final del túnel, ahora hay que mantener el trabajo y el esfuerzo y mejorar cada día", recalca el entrenador.

Cuando Calderón se hizo cargo del equipo, el Guadalajara aventajaba al Cádiz en cuatro puntos. Tres jornadas después, los amarillos han dado la vuelta a la tortilla y son ellos los que superan a los alcarreños por tres. Reconoce el míster que "no me esperaba sacar" ya esa diferencia al rival más directo en las últimas semanas. La vuelta del cuadro gaditano a la zona vip de la clasificación no la hace perder la perspectiva al técnico, que ambiciona "ser cada vez más solventes y serios en defensa". No esconde que "contra el Sanluqueño se jugó mal y se ganó y el Córdoba B nos creó problemas en la segunda parte".

Los números reflejan que son cinco los equipos metidos en la batalla por la fase de ascenso. La Balona, sexta está ya a ocho puntos del Cádiz. Calderón, en cualquier caso, se agarra a las matemáticas para decir que "todavía pueden pasar muchas cosas. El Cádiz está en un buen momento y la mentalidad es ganar todos los partidos que podamos. La Balona queda lejos, pero nunca se sabe lo que puede pasar".

Cuando se le recuerda su anterior paso por el banquillo cadista no duda un instante en defender su labor. "Estaba preparado, hice bien mi trabajo. No me equivoqué, el equipo competía bien". De hecho asegura no tener una espina clava y lanza un mensaje. "La puede tener el que dudó de mí, suelta antes de explayarse. "El club tuvo que deshacerse del jugador más valioso -en alusión a Lucas Lobos- y el objetivo tenía que haber cambiado o anunciar ese cambio, pero nunca se hizo. Cuando vendes un objetivo la afición se ilusiona, pero hubo un desfase cuando se fue Baldasano y volvió Muñoz, que dijo que había que vender para poder pagar. El equipo estaba cinco por encima del descenso. Después se creó una corriente" diciendo que yo había permitido la marcha del jugador. Me tuve que tragar muchas cosas, me hicieron mucho daño".

Volviendo de nuevo al pasado, pero en una situación más agradable, Calderón ve similitudes entre la época en que cogió al Cádiz B en puesto de descenso y consiguió salvarlo y la actual. "Entonces estábamos lejos de la salvación y derrotamos a buenos equipos. Veía entrenar al equipo y sabía que si se hacía cosas se podía salvar. Ahora es igual. Cuando llegamos creíamos que el equipo podía ganar los ocho partidos. Hay que ir paso a paso y no olvidar dónde estábamos hace tres semanas. Todos son finales y hay que ganarlas".

El preparador aplica el pensamiento positivo en el día a día. Es una filosofía de vida. El Cádiz está tan cerca de a tercera plaza que de la quinta. Y en el vestuario la ambición es ir a por la tercera. "Para jugar en un sitio tan exigente hay que estar alegre. Si juegas con miedo, la coas no funciona. Hay que pensar cosas buenas, quiero gente positiva, no quiero gente negativa, hay que ser atrevido y valiente". El Cádiz asoma de nuevo la cabeza en la categoría de bronce. "A priori el Cádiz era un equipo temible, todos esperaban que se quedara fuera y ahora ven que volvemos a estar ahí", señala el míster antes de exponer las razones para creer en el ascenso. "Trabajamos duro y con compromiso de la plantilla, todos creemos que podemos cumplir el objetivo".

La situación institucional que ha sufrido en club en los últimos años no pasa desapercibida para un cadista como Calderón. "Es una pena. Con lo que ha pasado en los últimos tiempos no se puede trabajar. Otra cosas es que haya un proyecto bonito y a largo plazo y se pueda trabajar con la cantera. Espero y deseo que los que entran ahora lleguen para quedarse, ellos me transmiten que hay que ir a por todas en busca del ascenso y que en el caso de que no se consiga seguirán en el club". De su futuro no habla más allá de esta temporada. "Mi ilusión es subir al Cádiz a Segunda A, en ello tengo puestos los cinco sentidos".

De momento, no se ha ocupado de posibles rivales de otros grupos en los play-off "porque todavía no hemos cruzado ese puente. Primero tenemos que clasificarnos".

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