La Liga se ha convertido en un torneo con una irregular continuidad que puede condicionar su desarrollo. La apreturas del calendario se mezclan con periodos desérticos como el que ahora sufre el Cádiz CF.

El conjunto amarillo se encuentra de pronto con una interrupción que le lleva a estar nada menos que 20 días sin saltar al césped. Los jugadores pueden perder la forma y el ritmo y pagar las consecuencias cuando afronten los primeros compromisos que son de una importancia incuestionable.

Y lo que el Cádiz CF tiene por delante cuando vuelva al verde no es moco de pavo. Después de pasar  prácticamente tres semanas dedicados en exclusiva a los entrenamientos, los de Sergio González encaran cuatro partidos en 12 días y además de tres de ellos son fuera de casa.

El domingo 26 de noviembre, el cuadro gaditano afronta su única cita del presente mes en el estadio Nuevo Mirandilla para recibir a todo un Real Madrid (14ª jornada)

Sin renunciar a intentar da la campanada ante el gigante blanco, cuando de verdad se juega el Cádiz CF los cuartos es en los dos siguientes envites y además a domicilio. El miércoles 29 comparece en el terreno del Mallorca (13º capítulo) tras el aplazamiento del partido (previsto inicialmente pata el día 12) y el lunes 4 de diciembre se presenta en Balaídos para medirse al Celta de Vigo (episodio número 15).

Esos dos partidos son de máxima relevancia porque son dos de los cuatro conjuntos que a día de hoy están detrás de los gaditanos en la clasificación. El Celta abre la zona de descenso en la 18ª posición con 7 puntos y el Mallorca ocupa la 17ª con 9. El Cádiz CF vive en la 16ª con 10. 

No hay margen de error en esos dos partidos ante rivales directos en la pelea por la permanencia que adquieren suma trascendencia aunque la Liga aún esté en la primera vuelta. Es la hora de dar un paso al frente. Ganar da puntos y tranquilidad. Perder supone caer a la zona de descenso y ahondar en la dinámica negativa.

Casi sin tiempo para respirar, el equipo amarillo vuelve a viajar para afrontar el jueves 7 de diciembre el choque correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Sólo le falta por conocer el rival, que será un modesto de al menos dos categorías por debajo.

Se trata de una cita, la copera, que puede aparecer como un engorro en medio de un calendario frenético, por lo que caben pocas dudas de que este torneo está reservado para los jugadores cadistas con menos minutos en la Liga y puede ser una oportunidad para jóvenes del filial como en primera ronda (los canteranos Adrián Miranda y Julio fueron titulares en el encuentro frente al Badalona Futur).