Al Cádiz CF le faltan diez días para alzar el telón a la Liga, lo que le corresponde hacer como local. Con ese escaso margen de tiempo ya se conocen los aforos máximos que tendrán los estadios y otras restricciones que afectarán a la asistencia de los aficionados. El club gaditano y los restantes equipos de Primera y Segunda A tendrán una restricción de aforo del 40%. Es lo acordado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, desechando un borrador inicial del Gobierno central que apostaba por fijar un número máximo de espectadores en lugar de vincularlo a la capacidad de las instalaciones. Por lo tanto, ese 40% supone que al feudo cadista podrían acceder el día del Cádiz-Levante algo más de 8.000 espectadores, cuando los abonados superan la barrera de los 16.000.

Estas cifras serán, sin embargo, susceptibles de ser alteradas por las regiones en función de su evolución pandémica, ya que se trata de un acuerdo de mínimos, como aclara el propio documento, y cada autonomía puede restringir aún más la asistencia si lo considera oportuno. Hay que tener presente que las comunidades autónomas son las autoridades competentes en este momento para fijar estas limitaciones.

Descartada cualquier posibilidad de desplazamiento entre provincias por parte de la masa social

El acuerdo no solo se limita a fijar cifras de espectadores, sino que también refleja quiénes podrán adquirir una entrada. La idea inicial es que nada más que accedieran los abonados a cada club, si bien posteriormente se ha matizado que estos tendrán prioridad, pero que tras ellos también podrá entrar la población local. Esta medida descarta cualquier posibilidad de desplazamiento entre provincias por parte de la masa social.

La realidad para el Cádiz CF es que ese 40% en los estadios está lejos de la cifra que el presidente de LaLiga, Javier Tebas, puso sobre la mesa hace dos semanas, cuando apostó por una media de aforo durante la temporada del 70%.

En lo que no hay relajación es en las normas para asistir a los estadios. El día del partido se acudirá por franjas horarias para un acceso escalonado de público por zonas y sectores, algo que también deberá darse a la salida. La mascarilla será obligatoria y no se permitirá la venta de bebidas y alimentos, aunque sí el consumo de agua. Debe existir una distancia, al menos, de metro y medio entre cada aficionado.

Por último, por el momento no se incluye en el texto la exigencia del certificado covid o una prueba negativa para acceder a las instalaciones, una opción sobre la que ya han especulado comunidades como Andalucía, que ha deslizado que esta podría ser una fórmula. La entrada de público en los estadios dependerá, previsiblemente, de la evolución de la epidemia en cada región, pero los clubes llevan meses esperando a que esto ocurra e incluso algunos tuvieron ya la posibilidad de incorporar a una pequeña proporción de su capacidad a finales del curso pasado. No hay que olvidar que se trata de una importante fuente de ingresos. Otro dato seguro es que los entrenamientos seguirán siendo, por el momento, a puerta cerrada sin opción de que entre público.