Hace algo más de 25 años Álvaro Cervera, que por entonces era un flamante jugador del Valencia, estuvo algo más que en la agenda del FC Barcelona, rival del Cádiz CF este sábado en el Ramón de Carranza (21:00 horas). El ahora técnico del conjunto amarillo era un futbolista codiciado que tres años antes a punto estuvo de firmar por el Real Madrid y el Espanyol. Johan Cruyff estaba al frente del 'Dream Team' y en sus esquemas de ese fútbol diferente que ya había parido estaba Cervera.

En aquel verano de 1995, con Cervera ya en los 30 años, el Barça metió la directa para asegurar una alternativa a un Begiristain al que dio la baja con 31 años. Cruyff apostaba por calidad, desborde y llegada en la banda izquierda, y entendía que Cervera era uno de los grandes candidatos. Todo se puso en marcha porque el ahora entrenador cadista había finalizado contrato con el Valencia y, por lo tanto, estaba libre.

Cervera había estado en manos del doctor Josep Borrell como consecuencia de un esguince del ligamento lateral externo de su rodilla derecha. Ahí empezaron los miedos del Barcelona. Unos temores englobados en un jugador con 30 primaveras que generaba dudas a pesar del interés de Cruyff. Entonces se hablaba de un periodo de recuperación que se podía dilatar en el tiempo y el club azulgrana evitó lo que entendía como un riesgo y la historia dejó a Cervera sin lucir la camiseta del conjunto catalán.

Cervera, con su eterna maleta de ruedas, regresó al Racing de Santander, su 'casa', cerrando luego sus años como futbolista profesional en el Hércules, Águilas, Almería, CD San Fernando y Ontinyent, donde definitivamente colgó las botas recién estrenado el siglo XXI.

Ahí acabó el ciclo del Cervera jugador para empezar el de entrenador, casi sin pausa por la necesidad del ahora cadista de estar unido a su pasión. Pocos estuvieron tan cerca de cerrar su fichaje por uno de los grandes de España, de Europa y del mundo. Pocos entraron por los ojos de Cruyff como le sucedió a él. Ese fútbol exquisito de Cervera era primer plato para el creador del 'Dream Team', uno de los mejores Barcelona de la historia y el que dio paso a seguir una línea que trajo todos los éxitos posteriores.

Si aquella operación hubiera cuajado, Cervera podría decir hoy en día que jugó junto a compañeros de la talla de Ferrer, Abelardo, Guardiola, Bakero, Luis Figo, Nadal, Guillermo Amor, Popescu, Hagi o Kodro. Un equipo de elegidos que, sin embargo, fue el principio del fin de la gloriosa etapa de Cruyff en el banquillo del Barça. No obstante, el entrenador del Cádiz CF puede decir en voz alta que compartió vestuario con grandes futbolistas de la Liga española tras muchos años en la elite.