El Cádiz CF se enfrenta al Real Madrid el domingo 26 de noviembre en el estadio Nuevo Mirandilla (14º capítulo liguero) en uno de los partidos más difíciles de la temporada. Hay pocas citas tan estimulantes como la del duelo ante uno de los equipos más poderosos del planeta, ganador de un sinfín de títulos nacionales e internacionales.

La historia refleja que el Cádiz CF ha sido capaz de vencer en casa al cuadro merengue en más de una ocasión. Aunque suele cumplirse la lógica con triunfo de los visitantes, de vez en cuando salta la sorpresa, algo que nunca se puede descartar. La última vez que ganó el conjunto amarillo en el antiguo Carranza fue hace 32 años.

Lo cierto es que las cifras de uno y otro ponen de manifiesto la indiscutible condición de favorito del Real Madrid pese a que acumula un buen número de bajas. El equipo entrenado por Sergio González, que lleva ocho jornadas consecutivas sin poner en práctica el verbo ganar, ocupa la 16ª posición con 10 puntos y un partido menos (el aplazado contra el Mallorca que se disputa el miércoles 29). El de Carlo Ancelotti, la segunda con 32, es decir, el triple de puntos.

Hay un dato llamativo que puede se determinante si no se produce un giro. Se ven las caras sobre el césped el conjunto menos goleador del campeonato y menos goleado. El peor ataque frente a la mejor defensa a tenor de que reflejan los números. Si ya le resulta difícil al Cádiz CF hacer tantos, más complicado parece ante el adversario que defiende su portería con más eficacia.

Los amarillos presentan una tarjeta de diez goles a favor y los merengues atesoran sólo nueve en contra, los únicos que bajan de la decena.

El Cádiz CF no ha perforado la portería contraria en la mitad de sus encuentros (seis de doce), mientras que el Real Madrid no ha recibido gol en media docena de los 13 envites que ha jugado en la Liga. Eso sí, sufre más goles en su arco fuera de casa, donde suma seis.

El equipo gaditano está obligado a mejorar sus cifras para tener opciones de puntuar frente un rival muy fuerte. Puede ser un buen día para dar un paso al frente con el aliento de la hinchada.