Cádiz CF

Los brotes verdes del Cádiz CF

Lucas Pérez y Rulli en el Cádiz-Villarreal.

Lucas Pérez y Rulli en el Cádiz-Villarreal. / Lourdes de Vicente

El Cádiz CF se pone las pilas después del obligado parón liguero. Tardó un mes y medio y siete jornadas hasta que por fin ofreció buenas sensaciones que prenden la llama de la esperanza. El partido contra el Villarreal disputado el pasado sábado 1 de octubre en el estadio Nuevo Mirandilla puede suponer un antes y después en el recorrido de la temporada 2022/23 si mantiene y desarrolla esa línea, que es la adecuada.

No logró la victoria, que es lo que cuenta a la hora de la verdad, pero es posible que ese encuentro siente las bases para poder competir con mayores garantías por el objetivo de la permanencia en Primera División. Es la referencia a seguir para crecer en un torneo que exige un mínimo de regularidad. La impresión es que los amarillos van a más con el paso de las semanas. Ahora deben refrendar la progresión con puntos en las próximas semanas que le permitan seguir escalando posiciones en la clasificación.

El fútbol no siempre se asienta sobre los soportes de la lógica. El Cádiz CF ganó (0-1) en Valladolid pese a su pésima actuación en la segunda mitad (Álvaro Negredo marcó el gol en el tiempo de prolongación después de muchos minutos de sufrimiento) y, sin embargo, empató (0-0) ante el cuadro castellonense en su mejor partido hasta la fecha.

El triunfo en el estadio José Zorrilla fue milagroso, casi imposible de repetir. El juego y el marcador no van siempre de la mano, aunque lo más normal es que la cuenta de puntos, aún escuálida (cuatro de 21), vaya engordando como fruto de unas buenas prestaciones como en el duelo entre submarinos amarillos.

El Cádiz CF pudo perder y también ganar frente a una de las escuadras más potentes del campeonato que se mueve en la parte alta de la tabla y este curso ya había vencido en el terreno del Atlético de Madrid. Al final reinó la igualada en el antiguo Carranza, pero con un balance satisfactorio por todo lo que hizo sobre el césped el conjunto de Sergio González.

Lo importante fue que compitió de principio a fin, durante los noventa y tantos minutos que duró el encuentro, algo que no había hecho en los envites anteriores. La afición desempeñó a la perfección el papel de jugador número 12.

No fue un partido perfecto, aunque la mejoría fue evidente. Sin llegar a brillar del todo en ataque, fabricó más ocasiones que en el global de los seis encuentros anteriores.

El Cádiz CF se empleó a fondo como un equipo cohesionado que supo qué hacer en cada momento. Presionó arriba la salida de balón del rival y se replegó en su parcela sin olvidar mirar el área contraria.

Los gaditanos capearon el temporal con la inestimable ayuda de Conan Ledesma y fueron mejores que el Villarreal en la última media hora, cuando tuvieron muy cerca los tres puntos. Llegaron enteros a la recta final, como en Valladolid.

El Cádiz CF encadenó dos jornadas consecutivas sin perder, algo muy necesario después de cinco derrotas seguidas. Y dos partidos sin recibir un gol. La portería a cero es una de claves para aspirar a la salvación.

El buen partido contra el Villarreal supuso además una inyección de autoestima que debe servir al equipo amarillo para seguir creciendo en busca de triunfos que le conviene no demorar en demasía.

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