A Roberto Suárez le tocó ayer hacer balance de lo acontecido en el mercado de invierno, que finalizó en la tarde del pasado lunes con dos incorporaciones para el Cádiz, una de ellas de un jugador con ficha del filial, y tres salidas, David González, Germán y Daly. El director deportivo defendió su gestión y la de sus colaboradores después de tener que trabajar en un clima complicado para competir en política de refuerzos, entiende que los fichajes mejoran lo que ya tenía el plantel y lamenta el perjuicio generado por las denuncias que tuvieron presentadas Álvaro Silva y Cifuentes.

La intervención de Suárez era esperada después de que el periodo de fichajes invernal se cerrara con un bagaje escaso en cuanto a cantidad y calidad para lo que se esperaba y para, de alguna manera, equilibrar la marcha de tres futbolistas. "Hemos incorporado a jugadores que mejoran lo que teníamos, y aunque hemos trabajado para incorporar a un jugador más específico, al final no ha podido ser", explicando posteriormente que "preferíamos no engordar la plantilla con perfiles de jugadores que ya tenemos". Al igual que hizo después del amistoso en Benalup, ayer tampoco tuvo reparos en recordar algunos de los obstáculos que se ha encontrado en el camino. "Las denuncias (de Álvaro Silva y Cifuentes) y el tema económico han entorpecido para cerrar cosas. Pero confiamos en la competitividad de la plantilla".

Suárez reconoció que para la delantera "había dos opciones hasta última hora". "Llegó la opción de Asen, pero prefirió jugar en Segunda. Y los demás no han sido cuestión económica. Perona hubiera sido interesante si se hubiera desvinculado (del Oviedo). Siempre hemos estado a expensas de que el jugador estuviera libre". Y al margen de refuerzos fallidos que dan la sensación de dejar la plantilla incompleta, apuntó que "somos competitivos para jugar la liguilla (fase de ascenso), pero debemos ser más competitivos para llegar a ella".

Uno de los aspectos más complejos que salieron a relucir fueron de los Álvaro Campos, Hugo García y Diego Reyes, jugadores que, por una causa u otra, están señalados. "Álvaro Campos tenía una opción de salir y nosotros mientras no tuviéramos recambio no podíamos desarmar el equipo. A Hugo le explicamos que si venía otro delantero se quedaba como cuarto ariete. No ha venido y él no ha querido bajar al Cádiz B. Seremos consecuentes con su decisión". Y de Diego Reyes, explicó: "Cuando tuvimos la opción de reforzar algo más había que sacrificar a alguien y le dijimos que podía darse esa opción. Cuando se cerró el mercado le llamé y le dije que todo se quedaba como estaba". Pero las rajadas de Campos y Diego ya no las borra nadie.

Suárez lamentó que "el Cádiz no tenga la misma fuerza que antes", se mostró "contento" con el trabajo realizado en su parcela y destacó que "todas las salidas han sido a coste cero".