Cádiz CF

Los amarillos, con mayoría del filial, merecen más al otro lado del Estrecho

  • La expedición llegó tarde al golpear el barco con unas rocas cuando salía de Tarifa

La representación cadista que ayer acudió a Tánger, compuesta en su mayoría por jugadores del filial, saldó el encuentro amistoso contra el IRT con un empate que se puede considerar injusto a tenor de los méritos acumulados por el equipo que ayer dirigió Juanma Carrillo. El Cádiz fue mejor e incluso sufrió la anulación de un gol a Migue Valiente, por unas manos inexistentes. Todo ello en un desplazamiento de ida efectuado ayer y que resultó de lo más accidentado al golpear el barco con unas rocas cuando abandonaba el puerto de Tarifa. Esto provocó un retraso considerable y que el equipo llegara a Tánger sólo una hora y media antes del inicio del choque, cuando aún tenía que almorzar.

Al encuentro acudieron finalmente como integrantes del primer equipo Garretas y Adrián Gallardo, ya que otros profesionales anunciados en la convocatoria se cayeron por problemas burocráticos, por decisión técnica y por problemas físicos, como fue el caso de Nico Varela.

El choque amistoso, celebrado ante cerca de 20.000 espectadores, estuvo marcado por el tempranero gol del Ittihad Riadi Tánger (IRT), que a los 45 segundos de juego tomó ventaja por medio de Amaimi Abdalalah. Fue en una de las mejores ocasiones de los locales a lo largo del choque y que, además, pilló por sorpresa a un Cádiz que apenas había tenido tiempo para efectuar el correspondiente calentamiento. Los amarillos no acusaron el golpe a pesar de que la enfervorizada afición empezó a empujar para que su equipo, que está atravesando una crisis deportiva similar a la cadista, aumentara la cuenta. Poco a poco el engranaje gaditano empezó a funcionar y el dominio y las ocasiones fueron suyos.

Sin embargo, el empate no llegó hasta el segundo tiempo y, como en el primer tanto, sin dejar tiempo a los seguidores para que se acomodaran sobre el césped. Alberto fabricó una buena jugada con la que colocó las tablas en el Gran Estadio de Tánger. El extremo malagueño resultó de los destacados y fue capaz de traer en jaque a la zaga del IRT. Todo esto con un bajón físico espectacular del conjunto africano, que sólo mostró sus intenciones de manera esporádica pero sin dar sensación de poder tomar de nuevo ventaja en el marcador. Precisamente en las filas del Cádiz siempre existió esa posibilidad aunque finalmente no se pudo plasmar.

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