El Cádiz recibió numerosas críticas cuando en los últimos días del mes de mayo anunció que sacaba a alquiler el estadio Ramón de Carranza. Todo ello para lograr dinero y aliviar la complicada situación económica de la entidad. Aunque la medida no contó con el beneplácito total del Ayuntamiento, que poco tenía que decir a pesar su papel de dueño del campo porque el documento de cesión de las instalaciones no prohibe esta práctica, la realidad es que los cerca de 30.000 euros que ha dejado la experiencia son un razón de peso cuando no hay 'pasta' para nada.

Desde el lunes 3 de junio al domingo 30 del mismo mes, por el césped del Ramón de Carranza han pasado casi un millar de personas que han cumplido el sueño de pisar un terreno de juego histórico y, además, que es el que utiliza el equipo al que apoyan todas las campañas. Cabe recordar que de lunes a viernes el alquiler del campo costaba 600 euros, subiendo a 800 los fines de semana.

En los primeros días de esta novedosa campaña se hizo de rogar que los grupos se animaran a disputar encuentros, si bien en la segunda quincena apenas quedaron huecos para jugar y ha resultado una odisea encontrar alguna fecha libre. Según los cálculos, han sido unos 43 encuentros los que se han celebrado durante ese tiempo, lo que, a tenor de las tarifas anunciadas, quiere decir que han dejado en las arcas unos 30.000 euros.

Además de los billetes para hacer caja, que son muy necesarios, la entidad ha brindado a muchos seguidores la opción de cumplir deseos como cambiarse en los vestuarios oficiales que usan los futbolistas profesionales, pisar el césped y, de alguna manera, sentir lo que sus ídolos viven cada dos semanas en los encuentros de Liga.

La apuesta de alquilar el campo, con el consiguiente 'castigo' del césped, se ha adoptado por el hecho de que tras el concierto de Alejandro Sanz, que se celebrará el próximo fin de semana, se tendrá que cambiar todo el rectángulo de juego tal y como estaba previsto para este verano.