El Villanovense, el actual cuarto clasificado del grupo IV y próximo rival del Cádiz, fía buena parte de su suerte en el desenlace liguero -y por ende de la de la Balona- a su seguridad defensiva. Ésa que le acredita como el cuarto equipo menos batido del grupo IV con 28 goles (0'78 por jornada). Esas cifras se han acabado encarnando en el cancerbero Álvaro Ratón, que acumula 369 minutos sin encajar un gol.

Álvaro Ratón suma cuatro partidos completos sin recibir un gol. Se da la circunstancia de que el guardavallas no ve su portería perforada desde que el cinco de abril su compañero Owona introdujo el balón en su marco por error en el Municipal de La Línea. Un tanto que dio el empate a la Balona, que poco antes había visto como Copi malograba un penalti.

Ratón llegó a la titularidad como consecuencia de la lesión de un clásico del Villanovense, José Antonio Fuentes, que cayó lesionado en el duelo con el Sevilla Atlético tras un encontronazo con Carlos Fernández segundos antes del descanso. El exalgecirista disputó la segunda parte ante el filial hispalense, que terminó con 0-0 en el marcador.

Antes de ese partido, el guardameta había disputado otros tres compromisos ligueros en el grupo IV: contra La Roda (0-1, en la segunda jornada), contra el Betis B (3-1, en la decimonovena jornada) y contra el Melilla (1-0, en la vigésimo sexta jornada). En esos tres encuentros, encajó cuatro goles y consiguió dejar su portería a cero en uno de ellos.

Unos números que mejoraron notablemente desde que asumió la titularidad en ausencia de Fuentes. Álvaro Ratón se ha convertido pieza fundamental en un Villanovense que ha conseguido auparse hasta la cuarta plaza.