LIX Trofeo Ramón de Carranza

El Sevilla se lleva la gran copa

  • Séptimo título para el conjunto hispalense tras imponerse al Atlético Tetuán y empatar con un Cádiz que agrada mucho más en su primer partido que frente a los norteafricanos

El Sevilla se proclamó campeón del 59º Trofeo Carranza gracias a su victoria por la mínima frente al Atlético Tetuán (1-0) y a su mayor acierto en la tanda de penaltis contra el Cádiz, con el que empató (1-1) en el segundo duelo de la noche. El cuadro amarillo quedó último tras perder en los 45 minutos postreros -los más aburridos sin duda- ante un digno Atlético Tetuán, debutante en el torneo veraniego que se llevó la copa de segundo clasificado para su país.

Los pupilos de Raúl Agné ofrecieron una esperanzadora imagen ante el Sevilla, al que plantaron cara y tuvieron claras opciones de derrotar, pero luego se diluyeron contra el conjunto africano. La falta de rodaje pasó factura al conjunto gaditano, al que el Trofeo le pilló en el ecuador de la pretemporada.

Con este triunfo, el Sevilla obtiene su séptimo trofeo.

El lateral Diogo Filgueiras debutó con el Sevilla en un encuentro intenso, pero carente de acierto, desde el pitido inicial. El Mogreb Atlético Tetuán comenzó más entonado frente a un equipo blanco algo lento en la salida del balón entorpecido por la asifixiante presión de los marroquíes, que parecían no querer desparovechar su primera presencia en el Trofeo Carranza. Los africanos merodearon los dominios de Javi Varas en los compases iniciales aunque sin llegar a inquietar a la defensa blanca.

El lateral portugués protagonizó las primeras acciones en ataque de los hispalenses. Un peligroso centro suyo (minuto 8) acabó en saque de esquina poco antes de que Rusescu rematara desviado un nuevo servicio del luso desde la banda derecha.

El equipo de Tetuán (vestido de gris en el primer envite) empezó a perder orden en la presión y en el pase y el Sevilla se fue adueñando del balón con el paso de los minutos. Rusescu, presente en casi todas las acciones ofensivas, realizó el primer disparo a puerta del encuentro rechazado con acierto a córner por el meta africano.

Los marroquíes, a pesar de ser inferiores técnicamente, no se amilanaron y tuvieron una clara oportunidad para adelantarse en el marcador, pero Javi Varas desmotró reflejos para repeler con un pie un remate a bocajarro de Azim El Mehdi (minuto 18).

El ecuador del partido llegó con un arreón sevillista que no encontró premio. Primero Cotán -en el 22- y después Rusescu -en el 24- vieron cerca el gol, pero el disparo del canterano dentro del área rebotó en un defensa y el cabezazo del rumano se perdió junto a un poste.

El duelo decayó hasta que, pasada la media hora, Medel abrió la lata. El chileno, atento, estuvo más listo que su rival, al que presionó con intensidad para robarle el balón cerca de la frontal del área del conjunto marroquí. Desde esa zona, Medel se inventó un derechazo raso que se coló como una exhalación en la portería del cuadro marroquí con el guardameta fuera de sitio y enfadado con su compañero por la pérdida de la pelota.

Con menos de un cuarto de hora por delante, los africanos trataron de al menos lograr un empate que no llegó por poco porque Javi Varas le ganó un mano a mano a El Hardoumi.

Cádiz y Sevilla empataron a uno en el segundo duelo del Trofeo. El Cádiz salió como un Red Bull frente a un Sevilla que las pasó canutas para contener el caudal ofensivo de un conjunto amarillo que disfrutó de hasta tres oportunidades claras en el arranque del segundo partido antes de que la escuadra de Nervión cobrara ventaja en el marcador. Julián se erigió en el salvador de los suyos al repeler, en el minuto 1, un fuerte disparo de Kike Márquez desde la frontal del área. De nuevo Márquez (en el 4), esta vez solo ante el portero, no definió y poco después fue Juan Villar el que mandó fuera un cabezazo en plancha cuando lo tenía a favor para meter la pelota en la portería visitante.

Tres oportunidades claras al limbo hicieron infructuosa la salida en tromba de los amarillos, que se presentaban ante su público con la ilusión de intentar tumbar a todo un Sevilla que pronto aplacó los bríos gaditanos. Perotti sacó a relucir su calidad en el lanzamiento de una falta directa. Donde puso el ojo puso el balón, que entró por toda la escuadra y puso el 0-1 en un claro ejemplo de que más allá de la justicia, lo que valen en el fútbol son los goles.

El tanto asentó sobre el césped a los pupilos de Emery frente a un Cádiz empeñado en darle motivos a la afición para que este año crea en su equipo. Juan Villar -colocado cerca del área junto a Kike López- empalmó fuera una volea en un nuevo acercamiento a la portería de Julián.

Los amarillos ofrecieron buenas sensaciones, tutearon al Sevilla y llegaron al área contraria, pero la diferencia entre las dos categorías quedó de manifiesto, sobre todo en las llegadas en ataque de los hispalenses. Rusescu cabeceó alto -en el 28- en una nueva intentona sevillista por marcar distancias, pero el Cádiz no se resignó y no paró de buscar el gol. Lo encontró en el minuto 32 obra de Juan Villar, que aprovechó, dentro del área, un rechace de Julián a un anterior disparo de Kike López, que había recibido un excelente servicio de Perico.

Kongodbia sustituyó a Medel en los que fueron los primeros minutos de la pretemporada del francés, que apareció poco y se notó su inactividad. El Sevilla bajó el pistón -notó la marcha a los vestuarios de Medel y Perotti- y las ganas de los locales dieron interés a la recta final de un encuentro condenado al empate. Kike López lo intentó con una vaselina que acabó en las manos de Julián (minuto 41). Más clara fue la ocasión en el 43 en una gran jugada de Perico que no acabó en gol de milagro.

Al final, empate y buenas sensaciones del Cádiz en la presentación ante su público. Movilidad en ataque, criterio en el centro del campo y seguridad atrás.

En la tanda de penaltis, disputada para dilucidar el campeón en caso de empate al final del triangular, el Sevilla se impuso por 4-2.

El Sevilla, ya campeón tras ganar la tanda de penaltis ante el Cádiz y sumar un punto más por ello (en total cinco tras una victoria y un empate más el de las penas máximas), dejó sin interés el tercer y último encuentro entre el anfitrión y el Mogreb Atlético Tetuán. Pese a ello, los amarillos disponían de 45 minutos más para avanzar en la pretemporada y seguir agradando a la afición como en el partido anterior. Una nueva intensa salida de los amarillos brindó la posibilidad de marcar en el primer minuto, pero Perico, dentro del área tras una buena acción individual, mandó el esférico a las nubes. Raúl Agné repitió once con la única novedad del canterano Gabi en lugar de Fran Pérez.

El carrusel de cambios por parte de los dos equipos empezó demasiado pronto y el choque perdió intensidad. Al Cádiz tampoco se le podía exigir el todo por el todo justo en el ecuador de la pretemporada. Los marroquíes, más entonados a medida que fue avanzando el duelo, marcaron un golazo a los 20 minutos por mediación de Zarouh Bilal, que cazó el esférico en la frontal del área para lanzar un misil imposible.

El Cádiz no quería terminar en la cola y Raúl Agné dio entrada a Jorge Luque y Airam Cabrera, que se estrenaba con la camiseta amarilla. Antes, Carlos Álvarez- sustituto de Juan Villar- obligó al portero visitante a estirarse al máximo para evitar el empate. Fall y Gato también dispusieron de minutos entre un aburrimiento cada vez más gigantesco sobre el nuevo césped del Carranza.

El partido se enfrió, el Cádiz se quedó sin fuelle, incapaz de hilar dos pases y el tiempo corrió más que nunca para poner fin a un tedioso tercer acto que sobró en el menú del otrora conocido como Trofeo de los trofeos. Los amarillos no consiguieron poner en aprietos a un Atlético Tetuán al que le bastó un poco de orden para sacar el partido adelante y meter en el equipaje la copa de subcampeón del torneo en su estreno en la cita veraniega. Sólo un disparo de Fall al palo y poco más.

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