Raúl Agné en estado puro
No paró desde el pitido inicial. Gesticuló, apretó los puños, gritó, señaló con el brazo, corrigió posiciones, impartió instrucciones, recogió el balón...
Raúl Agné sudó en la banda casi lo mismo que los jugadores sobre el césped en el choque contra el Jaén en otro domingo sangriento para el cadismo. El nuevo entrenador del Cádiz fue puro nervio, sólo le faltó entrar en el campo para participar en un partido que se resolvió de manera dramática en un estreno en el banquillo que tardará en olvidar.
El técnico aragonés demostró carácter en la zona acotada para los entrenadores que rebasó en más de una ocasión. Noventa minutos es demasiado tiempo para mantenerse entre los límites de una escasa superficie, y más para un técnico que se desvive desde la banda. Pero él no mete goles, ni defiende para evitarlos...
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