Cádiz CF

Ayuda divina en la cuna de Santa María

  • Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores realizan la tradicional ofrenda ante la Patrona y El Nazareno

Ofrenda floral de la plantilla del Cádiz CF a la Patrona y a El Nazareno.

En manos de Dios o que sea lo que Dios quiera. Es lo que debieron pensar ayer los jugadores del Cádiz cuando repitieron la tradición de realizar la ofrenda floral ante la Virgen del Rosario Coronada y El Nazareno. En busca de esa ayuda divina que tanto se precisa para los próximos nueve meses.

La imagen de todos los años en la recta final del mes de agosto se repitió en el barrio de Santa María, cuna de tanto arte y tantas cosas buenas de la capital gaditana. Pasada la una de la tarde el autobús del Cádiz se paraba en la Cuesta de las Calesas para que la expedición, con Manuel Vizcaíno a la cabeza, alcanzara el convento de Santo Domingo, casa de la Patrona, la madre de los gaditanos. La comitiva fue recibida por Pascual Saturio, que por año es más cadista tanto como gaditano nacido en otra parte. El guardián del templo estuvo especialmente cariñoso con los consejeros, los técnicos y los jugadores, recordando el papel de la Virgen del Rosario Coronada, una Patrona que desde hace algunas semanas está escoltada por el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen del Mayor Dolor, temporalmente en Santo Domingo mientras duran las obras de San Agustín.

Peticiones para todos los gustos. Un rezo para que la salud de los deportistas sea la mejor y las lesiones de gravedad pasen de largo -de esto sabe un rato el roteño José Mari- y otro para que las cosas en el mundo del deporte y en general vayan un poco mejor.

Manuel Vizcaíno, Servando Sánchez -como capitán- y Álvaro Cervera trasladaron por el pasillo central del templo hasta los pies del altar de la Virgen un ramo de flores en tonos amarillo y azul, como no podía ser de otra manera.

Por las callejuelas del barrio se formó un revuelo pasada la una y cuarto de la tarde porque la expedición cadista caminaba rumbo a la iglesia de Santa María. Autógrafos, fotos y saludos de seguidores de todas las edades que hicieron su particular 'penitencia' esperando a sus ídolos. En la puerta de Santa María aguardaba el hermano mayor de El Nazareno, José Manuel Verdulla, que saludó al presidente, al director deportivo y al entrenador, mientras que tuvo un guiño hacia el utillero, Juanito Marchante, habitual los viernes a los pies del Regidor Perpetuo.

Verdulla brindó un año más la posibilidad de que el jugador que lo deseara podría acudir a la capilla de El Nazareno a tener un encuentro espiritual privado con el conocido como Señor de Cádiz. Un enorme centro de flores también fue depositado a los pies de una devoción históricamente muy unida al equipo.

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