El tunecino Mehdi Nafti fue uno de los dos jugadores del Cádiz que pasaron ayer por la sala de prensa de El Rosal una vez finalizada la sesión matinal de entrenamiento. El experimentado centrocampista ya ha demostrado en más de una ocasión que no tiene pelos en la lengua. No suele vacilar a la hora de decir lo que piensa y esta vez habló de nuevo con absoluta sinceridad, soltando comentarios que seguramente compartirá gran parte de la plantilla pero que no serán escuchados de boca de ningún otro jugador de la misma.

Cuando se le preguntó por los pitos que escuchó el equipo en el transcurso del encuentro contra el Almería B, Nafti dejó clara su opinión: "La verdad es que no los entendí. Era el primer partido que veía en la grada -se hallaba tanto lesionado como castigado por acumulación de tarjetas amarillas- y ya hubo pitidos desde el minuto 10 ó el minuto 15 a pesar de que íbamos ganando. Entiendo que aquí haya muchas exigencias, pero me pareció un poquitín demasiado. Se juzgó muy pronto. Soy de los que piensan que el equipo es el que se tiene que ganar a la grada, pero la gente debe darse cuenta de que esta plantilla necesita sentir su apoyo".

El estado de una de sus rodillas no ha sido durante la pasada semana el más aconsejable, pero parece que la recuperación del esguince leve ha ido sobre ruedas y que estará disponible para saltar este domingo al piso sintético de El Carpio: "Me encuentro bien. Esta mañana he realizado una prueba con el fisio y la rodilla ha respondido de manera positiva, por lo que espero estar el domingo. Yo quiero jugar siempre, aunque sea sobre césped artificial o hasta en un parking. Mi mentalidad es como la de un chaval de 20 años, loco por jugar donde sea, pero el que decide es el míster y por eso tendré que esperar".

Del próximo rival no se fía para nada: "Ahora hemos entrado en un momento clave de la temporada porque los de arriba ya no bajan el pistón. No hay ningún partido fácil y seguro que vamos a sufrir aunque se trate del colista, que sacará su orgullo".