El cruce con el Racing de Santander era a priori el más deseado. No por ser un rival fácil ni mucho menos, sino por ser el menos malo según los intereses del Cádiz. Los otros candidatos a medirse a los amarillos, Real Madrid Castilla y Hércules, tienen deudas pendientes con la entidad cadista por antecedentes todavía recientes. El club blanco, por el caso Cheryshev que en diciembre de 2015 provocó la eliminación copera del primer equipo en la ronda contra el Cádiz por alineación indebida del futbolista ruso. El cuadro alicantino, por aquella eliminatoria del play-off de la pasada campaña que se decantó del lado gaditano con un penalti polémico y desató la indignación del adversario.

El conjunto de la cornisa cantábrica, bajo la batuta de Pedro Munitis, dio un golpe de mano en la Liga al arrebatar el liderato del grupo I al Ferrol en la última jornada. Irrumpió en la fase de ascenso como gran favorito en el duelo a vida o muerte contra el Reus pero sufrió un varapalo inesperado por su contundencia del que ahora trata de recuperarse casi sin respiro.

A diferencia del Ferrol, que manejaba una plantilla corta, la escuadra santanderina dispone de un amplio abanico de jugadores con una mezcla de veteranía y juventud y una edad media de 25 años, cuatro menos que el Cádiz.

El cuadro montañés fue de menos a más en la Liga. Empezó con dudas mientras Munitis buscaba el sistema de juego y los jugadores apropiados para formar un once estable. Del 4-1-4-1 inicial no tardó en pasar al 4-4-2 que adentró al equipo en una racha de siete victorias consecutivas a mitad de campaña. Pero volvieron las vacas flacas y el técnico recurrió a otro sistema que por fin dio resultado. Practicó un 3-5-2 en ataque (y un 4-4-2 en defensa) con el ex cadista Migue García como carrilero por la banda izquierda. La irrupción de Migue como lateral dio frutos, el Racing enderezó el rumbo y acabó campeón del grupo I.

Es un equipo con un recorrido jalonado por rachas, capaz de lo mejor y de lo peor pero muy sólido cuando funciona bien. Con Óscar como portero titular, el conjunto montañés dispone de futbolistas de calidad, entre los que sobresale la presencia en la medular de Álvaro Peña, el cerebro por el que pasa el juego, además de Borja Granero, otro hombre con gusto por el balón. Destaca en la derecha la velocidad de Óscar Fernández, un estilete al igual que Migue García por la izquierda.

La veteranía de otro ex cadista, César Caneda, es un elemento fundamental en la zaga del Racing. Su compañero en el eje suele ser Mikel Santamaría, aunque en el último encuentro en Reus jugó Jon García.

El goleador racinguista es el ex cadista Dioni, autor de 13 tantos aunque la mayoría anotados en la primera parte del campeonato. Una baja sensible es la del ariete argentino Facundo Pumpido, que en principio se pierde la ida por una lesión muscular. El lateral derecho barbateño Francis también se halla en la fase de recuperación que las molestias que padece en el tendón de Aquiles.

Los hermanos San Emeterio, el lateral Borja y el medio Fede, cayeron lesionados en el encuentro contra el Reus disputado el pasado domingo. Borja sufre una fisura sin desplazamiento en el quinto metacarpiano de la mano derecha y Fede padece una hiperextensión en la rodilla izquierda. Ambos son dudas para el duelo de ida a falta de las pruebas médicas a la que será sometidos hoy o mañana.