El mercado de invierno no abrirá sus puertas hasta principios de enero -queda menos de una semana-, pero el baile de nombres sobre los posible refuerzos para el Cádiz para la segunda parte de la temporada ya no hay quien lo pare.

Los únicos dos jugadores que el club reconoce que tiene atados son Roberto Peragón y Joaquín Calderón, a falta de la pertinente autorización de los administradores concursales. Con la llegada del delantero y el extremo se supone que los responsables deportivos del Cádiz dan por reforzada la zona de ataque, salvo que el mercado ofrezca un producto apetitoso que fortalezca la plantilla.

Peragón y Calderón cumplen con el perfil de futbolista que quiere Raúl Agné para su plantilla: veloces, verticales y con despliegue físico. En el caso del primero, uno de los objetivos del club era encontrar un hombre con olfato de gol que contribuyera a paliar la sequía anotadora que azota al equipo amarillo desde hace un par de meses.

El trabajo de la secretaría técnica del Cádiz se centra ahora en la búsqueda de jugadores para el centro del campo y la defensa. En los próximos días se incorporará el lateral derecho japonés Yushi Akiba, que estará a prueba con el conjunto gaditano. Si el zaguero nipón termina estampando su firma, sería el cuarto jugador de la plantilla en ese puesto si se considera a Moke como lateral derecho, ya que además están Aitor Núñez y Francis, que ya ha entrado en la fase final de recuperación de su lesión. Así, en caso de que Akiba recalara en el Cádiz, lo normal que los rectores deportivos activaran la operación salida en esa posición.

Alessandro Gaucci y Antonio Manzano acuden también al mercado con la urgencia de encontrar un central de garantías que acompañe a Raúl Albentosa en el eje de la zaga. La empresa no resulta fácil, como tampoco lo es dar con la tecla para reforzar la medular con un medio que aporte fuerza y calidad al equipo en la zona ancha.