El Cádiz CF afrontó ante el Athletic de Bilbao en el estadio de San Mamés el primer partido después del cierre del mercado de invierno.

El club realizó siete incorporaciones en enero (tres el último día) con el objetivo de tener una plantilla más fuerte para pelear en la segunda vuelta por el objetivo de la permanencia en la máxima categoría del fútbol español.

Los amarillos deberán andar muy finos en el segundo tramo del campeonato si quieren salir de la zona de descenso en la que viven desde el comienzo del campeonato. En los próximos meses se verá si los refuerzos subieron el nivel y si el equipo está capacitado para continuar un año más en Primera.

Sergio González ya dispone del plantel definitivo que tiene encomendada la nada fácil misión de la salvación. De momento, el arranque de la segunda vuelta ha sido malo.

El técnico empieza a tirar de los nuevos. En la Catedral entregó la primera titularidad a Gonzalo Escalante y Roger Martí, que ya se habían estrenado en el duelo ante el Elche desde la suplencia. El medio jugó el partido de principio a fin y el delantero fue sustituido en el minuto 70.

El preparador cadista hizo debutar a Chris Ramos y Sergi Guardiola, que entraron en la recta final, poco antes de que el Athletic, en inferioridad numérica, marcarse el cuarto gol que confirmó la contundente derrota (4-1) del cuadro visitante.

No fue un buen partido del Cádiz CF en líneas generales pese a su prometedor comienzo que al final se quedó en nada.

Escalante aportó un gol y además fue el futbolista del conjunto amarillo que recorrió más kilómetros sobre el tapete: 11,86. Como el resto de sus compañeros, fue de más a menos.

Chris Ramos jugó poco tiempo en su estreno oficial como cadista. Ingresó en el campo con 20 minutos por delante cuando el equipo perdía 3-1 y poco después llegó el cuarto tanto de los locales. Hizo un remate de cabeza y en alguna acción explotó su velocidad, uno de su puntos fuertes. De hecho, fue el jugador del Cádiz CF más rápido al llegar a alcanzar los 34 kilómetros por hora.