David Gil cumple su segunda temporada en el primer equipo del Cádiz, pero la realidad es que sigue trabajando a la sombra de Alberto Cifuentes. Gil, que dio el salto tras una campaña en el filial -en la que se quedó a las puertas del ascenso a Segunda División B-, lleva mucho tiempo esperando una oportunidad como la que se le presentaba antes del parón: jugar dos encuentros consecutivos.

Al cancerbero madrileño le está correspondiendo un papel difícil desde que en el verano de 2018 le brindaron la oportunidad de ser uno de los porteros de la primera plantilla. Álvaro Cervera no tiene dudas en la titularidad de Cifuentes, tal y como se ha demostrado desde la llegada del técnico al banquillo, por lo que el precio que paga Gil es demasiado caro.

Desde la campaña pasada su papel protagonista ha estado en la Copa del Rey -con buenas actuaciones en algunos casos- y ha sido esta temporada cuando, además de su presencia en el torneo del ko, se ha estrenado en la Liga. Lo hizo en el Alcorcón-Cádiz (3-0), además de los minutos que dispuso en el Lugo-Cádiz (1-1) cuando se produjo la expulsión de Cifuentes. Esos minutos y el hecho de que al veterano portero le había caído un encuentro de sanción abría un escenario alentador para David Gil, ya que por primera vez desde su llegada al Cádiz iba a poder estar en el césped en dos encuentros consecutivos.

No cabe duda que se producirá ese hecho cuando regrese la competición pero con una diferencia notoria entre una cita y otra, por lo que realmente Gil tendrá la sensación de estar en el papel que le ha tocado los dos últimos años, jugar muy de vez en cuando.

Cabe recordar que este portero madrileño, que tiene 26 años, recaló en el Cádiz B en el verano de 2017 procedente del Getafe B, donde jugó una campaña en Segunda B y otra en Tercera. Antes, David Gil vivió un ciclo formativo en el fútbol base del Atlético de Madrid que le llevó hasta el filial rojiblanco. Allí jugó dos campañas en la categoría de bronce.