El primer objetivo es la Liga y pelear por el ascenso, pero el Cádiz vuelve a mirar esta campaña de reojo a la Copa del Rey. Un torneo en el que resulta prácticamente imposible aspirar a hacer un recorrido largo y que limita la hazaña del equipo a superar las tres primeras eliminatorias. Sólo así se cruzaría con un rival de Primera que está en competición europea. El primer peldaño lo superó el equipo en Murcia y, lo más importante, dejando buenas sensaciones y una ayuda nada despreciable para la tesorería de la entidad.

La de la Nueva Condomina era una prueba de fuego importante para el conjunto gaditano. Un rival con cartel de gallito y jugarse el pase a partido único lejos del Carranza, presentaban el duelo con un evidente sello de complejidad. Sin embargo, el Cádiz no echó en falta piezas llamadas a ser importantes en la Liga y fue capaz de controlar a un equipo que, a priori, es un rival directo por el ascenso.

Los pupilos de Claudio Barragán estuvieron muy enteros y poniendo en práctica un juego valiente en el que se buscó, por las bandas y por el centro, la portería contraria. Mejores sensaciones en ataque que en defensa a pesar de no encajar goles. Sin embargo, hay aspectos en el trabajo de la zaga que deben corregirse. Esto sin olvidar que de un futbolista como Aridane se espera mucho más y que el lateral Tomás continúa sembrando dudas. Mucho mejor Juanjo. Para cerrar el trabajo defensivo, hay que apuntar las buenas intervenciones de Pol Ballesté, quien sólo cometió un error en un centro pasado que a punto estuvo el ex cadista Carlos Álvarez de mandar al fondo de la portería.

Con Mantecón y Garrido en el centro del campo, el oficio estaba garantizado para que el Murcia tuviera que recurrir a otra vía para superar el entramado amarillo. Quizás por las bandas hizo más daño el cuadro pimentonero. Hugo Rodríguez tuvo el gol, que no fue poco, y una buena ocasión para cerrar una gran actuación. Y Álvaro García mostró una verticalidad que acompañada de su habitual velocidad puede ser una gran arma para el Cádiz. En la delantera Lolo Plá y Wilson Cuero no vieron puerta, pero el primero de ellos dejó patente su calidad y una importante capacidad de sacrificio, mientras que al colombiano se le vio más cómodo con espacios y reteniendo el esférico cada vez que lo recibía en inferioridad en los últimos instantes.

La Copa también tiene su efecto económico, ya que el Cádiz suma 11.000 euros por participar en el torneo, cantidad a la que hay que sumar otros 18.000 por eliminar el Murcia en la primera ronda.