El 'palo' que significa la lesión de Kouamé abre un horizonte en el primer equipo del Cádiz CF en cuanto a la oportunidad que se presenta para aquellos jugadores que están teniendo un menor rendimiento en el once inicial. La vacante que existe en el centro del campo abre la puerta a futbolistas que están entrando con el encuentro iniciado o que directamente apenas están actuando.

Mauricio Pellegrino tiene mucho trabajo por delante para llevar al Cádiz CF al objetivo de la permanencia, pero dentro de esa labor se encuentra con otras cuestiones como la que ahora se ha levantado como consecuencia de la dolencia de Kouamé. El preparador cadista tiene que dar con la tecla a la hora de encontrar a un sustituto que sea la pareja perfecta para Rubén Alcaraz.

El pivote catalán es fijo y en el cómputo global de la campaña viene demostrando con creces que es una pieza de garantías en esa demarcación. De hecho se trata del futbolista más utilizado dentro de la plantilla, lo que confirma que fue una apuesta segura de Sergio González, hasta la salida del ex técnico, y ahora de Pellegrino. Pero es una realidad que Alcaraz es mejor o peor en el césped a tenor de la pareja de baile que le toque en cada momento.

La temporada pasada fue apreciable la simbiosis que mantuvo en muchos momentos con Gonzalo Escalante, un rendimiento que este año ha costado ver por el bajo estado de este futbolista. Alcaraz ha aguantado el tirón y su acompañante ha ido variando según las circunstancias; Álex Fernández, Fede San Emeterio e incluso en dos ratitos Diadie Samassekou -contra el Osasuna y el Atlético de Madrid- se han asomado por el doble pivote esta campaña.

Ahora la decisión está en manos de Pellegrino, que debe evaluar el estado que presente cada alternativa y las circunstancias de cada encuentro de los que le quedan al Cádiz CF por disputar. El centro del campo debe tener un papel muy importante en el peso del equipo, pues es la zona en la que recae mucho del trabajo en el campo.

Jugador por jugador, hay que apuntar que Gonzalo Escalante está llevando a cabo una temporada gris en la que se encuentra lejos del nivel que demostró el curso pasado, cuando se echaba al equipo a la espalda con liderazgo y un elevado índice de acierto en cada una de sus acciones. Esta campaña, a pesar de sus más de 1.300 minutos y 20 partidos disputados, el argentino no ha estrenado su faceta anotadora y sigue lejos de ser ese jugador que marcaba la diferencia en la zona ancha con y sin balón.

En cuanto a Álex Fernández, tampoco está siendo un año fácil para el madrileño porque sus números así lo reflejan. Algo más de 1.000 minutos y sólo diez veces en el once inicial, unos baremos que exhiben que no fue la primera opción de Sergio González y tampoco la está siendo para Pellegrino. Ha participado sólo en dos de los últimos seis partidos y su última titularidad fue hace dos meses en el campo del Villarreal.

En cuanto a Samassekou, su hoja presenta 48 minutos en dos meses desde su llegada, lo que confirma que no tiene la confianza del preparador cadista. El africano es, a priori, el que tiene menos opciones para hacer las veces de Kouamé porque no parece adaptado al 100% a lo que es el Cádiz CF ni sus condiciones actuales auguran un buen rendimiento que repercuta en el cómputo del equipo.