Cádiz CF

Un gran Cádiz CF somete al Atlético de Madrid y se agarra a Primera (2-0)

Juanmi celebra uno de sus goles.

Juanmi celebra uno de sus goles. / Lourdes de Vicente

El Cádiz CF se niega a descender así por las buenas. Cuando más difícil se le pone la permanencia, cuando muchos se bajan del carro, saca a relucir su versión más brillante para pasar por encima del Atlético de Madrid (2-0) y meterse de lleno en la pelea por seguir en la élite.

Fue una sobremesa perfecta. Seis meses después, se reconcilió con la victoria y además de prestigio y hasta cómoda frente a uno de los grandes al que sometió de principio a fin. No sólo ganó, que le hacía falta, sino que además lo hizo con una solvencia abrumadora que hacer renacer la esperanza. Puede ser el impulso que necesitaba. Menudo peso de encima se quitó el equipo tras 23 partidos sin ganar.

El Cádiz CF venció y convenció guiado por el acierto de un Juanmi que firmó un doblete decisivo para mantener al equipo con mucha vida. Para redondear la tarde, portería a cero y Ledesma sobresaliente aunque tampoco apretó tanto un Atlético irreconocible que defraudó.

Mauricio Pellegrino decidió que era el momento de dar la alternativa a Aiham Ousou, el único de los tres futbolistas que llegaron en el mercado de invierno que aún no se había estrenado. Fue la única novedad respecto a la cita en Vallecas. Un bloque muy definido con la argamasa habitual del 4-4-2.

No hubo nada que no fuese previsible en los compases iniciales. Máxima intensidad, mayor posesión de los visitantes y frecuentes pérdidas de balón en los dos bandos, sin llegadas a las áreas dignas de mención. La escasa actividad defensiva derivó en un duelo de desgaste. Sin llegar a tirar, en el minuto 12 sí avisó el Atlético con un centro de Marcos Llorente al segundo palo que Memphis, solo, no alcanzó por poco. Replicó en el 16 Iza Carcelén con un centro al área pequeña despejado por Witsel cuando Juanmi se disponía a rematar.

Conscientes del potencial de su oponente, el Cádiz CF trató de defenderse con presión alta y líneas adelantadas. Todo era poco para tratar de contener y también atacar porque la victoria, un reto harto complicado, era un bien más que necesario.

El equilibrio se rompió en el minuto 24 justo en el primer remate a puerta del partido. Robert Navarro hizo de las suyas partiendo desde el centro del campo, el balón llegó a la izquierda y desde allí puso Sobrino un centro medido, el mejor de su vida, para que Juanmi, solo delante de la portería, definiese a placer con la cabeza para elevar el 1-0 al marcador.

El jugador cedido por el Betis anotó su segundo gol como cadista con el que puso por delante a un equipo que, en contra lo que es usual, esta vez sólo necesitó una ocasión para colocarse con ventaja. El tanto fortaleció al cuadro local y actuó como despertador de un Atlético que metió una marcha más e intentó responder de inmediato. De hecho, Jeremías Conan Ledesma, hasta entonces inédito, encadenó tres intervenciones consecutivas (27, 29 y 31) para impedir el empate.

Le tocó remangarse al equipo amarillo para defender con uñas y dientes ese gol que era oro puro. Eso sí, sin renunciar a algo más con la inspiración de Robert Navarro. En el 41, polémica para añadir más condimento. Gabriel Paulista tocó el balón con el brazo derecho dentro del área cuando trataba de despejar. Los amarillos y desde la grada reclamaron un penalti que parecía claro pero que no vieron como tal ni González Fuertes ni desde el VAR. Poco se podía esperar en el choque de un modesto contra un poderoso.

El Cádiz CF arribó al intermedio sin demasiados apuros para conservar una renta corta pero valiosa. Mereció el premio que buscó con energía e inteligencia a la espera de una segunda mitad en la que se podía presumir un aumento del acoso por parte de un Atlético muy pobre en el primer periodo.

Diego Simeone quiso reactivar a los suyos con tres movimientos y la entrada de Nahuel Molina, Riquelme y Correa en la reanudación. Los rojiblancos salieron con el acelerador pisado a fondo y Correa hizo trabajar a Ledesma con un tiro que murió con el esférico entre los brazos del arquero.

El Atlético cambió de cara pero el Cádiz CF se mantuvo fuerte. Imprimió un ritmo de vértigo que obligó a los de casa a un sobreesfuerzo para emplearse en la misión de la destrucción sin olvidar pisar el campo del rival a la contra. El fútbol directo cobró protagonismo con pases largos para intentar pescar arriba.

Fue en unos de esos pases de largo alcance cuando los amarillos golpearon de nuevo. En el 63, Javi Hernández puso el balón en movimiento desde su zona. Un toque fuerte y alto que Gabriel Paulista se comió y dejó a Juanmi solo delante de Oblak. Era la tarde del malagueño, que no perdonó con un remate no muy ortodoxo pero suficiente para poner el 2-0. Un doblete que no podía ser más oportuno.

Juanmi fue mucho más listo que Paulista, al que tocó ligeramente con un brazo en su espalda en una acción que ni mucho menos podía ser estimada como falta. El Cádiz CF puso tierra de por medio. Tenía cerca la victoria cerca pero aún tenía que confirmarla.

Con una jugosa ventaja, Pellegrino movió enseguida el banquillo en busca de frescura para la recta final y entraron de una tacada Diadié Samassékou, Álex Fernández y Chris Ramos. Poco después lo hizo Lucas Pires para consolidar el armazón defensivo en pleno asedio de los rojiblancos. 

El acecho de los madrileños obedeció a la lógica. En el 72, Ledesma abortó la reacción rojiblanca con un paradón tras un cabezazo de Llorente que iba directo a gol. Pese al empuje, el Atlético no metió miedo. Los anfitriones se defendieron con seguridad el triunfo nunca corrió peligro.

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