El Cádiz CF mueve la maquinaria en diferentes direcciones al margen de lo que supone el primer equipo. La jornada de este lunes está siendo activa en el filial amarillo -con el fichaje de Carlos García- y con movimientos en el primer equipo femenino, que tiene la mente puesta en la próxima temporada con ganas de desquitarse del mal sabor de boca del curso pasado.

La situación actual del Cádiz CF femenino viene marcada por los movimientos para dar forma a su futura plantilla. Por el momento el capítulo de bajas gana de forma clara a cualquier otro movimiento, ya que la entidad gaditana ha anunciado que no siguen en el proyecto Marta Vidal, Nerea Marín, Úrsula Camacho, Paula Sánchez, Laura Tomàs, Mayra y Mar Cabrera.

Por otro lado se mantendrán en el equipo cadista Sheyla, Valeria, Mona, Carmen Santana, Laura Blanco y Ana Pacheco, quienes han renovado su vínculo con la entidad. A este grupo de jugadoras hay que unir a Raquel, Aitana y Vania, que dan el salto desde el filial.

El Cádiz CF dice adiós a las siete bajas desde "el agradecimiento por su profesionalidad, dedicación, esfuerzo y sobre todo por la huella que han dejado como personas, y les deseamos mucha suerte en sus nuevas etapas futbolísticas".

Pero, para inquietud del grupo de futbolistas, la puerta de salida sigue abierta y serán más jugadores las que no lleven en su corazón el escudo del Cádiz CF con vista a la futura plantilla. Las sensaciones del curso pasado están sobre la mesa a la hora de planificar la campaña.

Durante la última temporada el equipo femenino acabó en el ecuador de la tabla clasificatoria del grupo 4 de Primera Nacional (la tercera categoría en España), después de estar casi toda la primera vuelta en la zona media-baja como consecuencia de un primer tramo de competición con malos resultados en el campo y en los despachos -alineación indebida incluida-, lo que descartó cualquier opción de ascenso que era el objetivo que se le pedía al técnico Emilio Soler.