Uno de los futbolistas del Cádiz CF con mayor proyección frena su trayectoria en seco. Y no por un tema estrictamente deportivo. Sergio González no tiene sitio en la plantilla ni en ningún otro equipo al menos hasta el próximo mercado de invierno. O ni siquiera eso. Depende de si hay un acercamiento entre el club y el jugador.

El medio (también defensa central) pasó de ser titular en el partido inaugural contra el Osasuna a desaparecer de las alineaciones y de la plantilla definitiva. El club le asignó un dorsal (lució el 23 en aquel encuentro) de manera provisional y tras ese duelo le abrió la puerta para que saliera cedido a LaLiga SmartBank.

El canterano tuvo ofertas para jugar en Segunda División A. Mirandés, Tenerife y Albacete mostraron interés, pero el jugador se negó y reclamó un hueco en la plantilla cadista en Primera División.

El Cádiz CF ofreció a Sergio hasta el final del mercado la posibilidad de irse cedido a un conjunto de la división de plata en busca de minutos, pero el joven no quiso moverse, insistió en contar con una licencia y se quedó compuesto y sin equipo.

Una que vez finalizó el periodo de inscripciones, Sergio solicitó la rescisión de su contrato, que expira el 30 de junio de 2023 tras la renovación que firmó en enero de 2020. El club se niega a dejarle marchar por las buenas y para ello exige que el jugador abone la cláusula de salida, fijada en 15 millones de euros en Primera División y 7,5 millones en Segunda A.

El acto celebrado en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (CMAC) acabó si avenencia entre las partes y la situación a día de hoy es la de un jugador que está sin ficha y se entrena con la plantilla del Cádiz CF aunque sin la opción de participar en la competición.

Lo peor que le puede pasar a un futbolista es dejar de jugar y en ese difícil escenario se halla Sergio a sus 23 años, ubicado a día de hoy en un callejón de difícil salida.

Las posturas del club y el jugador están muy distanciadas y tras el paso infructuoso por el CMAC, el siguiente es la celebración de un juicio en el último trimestre de 2021, con la actual temporada ya terminada y la próxima en marcha.

Eso supone que, si nada cambia hasta entonces, Sergio está abocado a pasarse un año entero sin jugar a la espera de la vista judicial y el resultado de la misma. Salvo que se produzca algún cambio en la situación actual.