Belencoso no pudo hacer el entrenamiento completo

El primer entrenamiento de la semana tuvo un poco de todo para el plantel profesional del Cádiz, que durante dos horas trabajó a destajo sobre el campo número 1 de El Rosal. Juan Villar, con permiso del club, fue el gran ausente de una sesión en la que Raúl Albentosa sufrió unos mareos y Belencoso, por enésima vez esta temporada, tuvo que dejar el trabajo a la mitad.

Los jugadores estaban citados a las diez y media de la mañana, aunque no fue hasta las once cuando salieron al terreno de juego. Todos menos Juan Villar, que se encontraba fuera de la capital gaditana como consecuencia del fallecimiento de un familiar. Moke destinó la primera sesión de la semana sólo a hacer carrera alrededor del campo, mientras que Belencoso se marchó en el ecuador del entreno, otra vez tocándose la rodilla que tantos problemas le está generando. Hasta mañana o el viernes no entrenará al mismo ritmo que sus compañeros.

El momento de mayor preocupación se produjo cuando Albentosa cayó al césped dando muestras de estar mareado, lo que sembró preocupación en el nuevo responsable médico, Miguel Ángel Martínez Villar. El defensa se levantó a los pocos minutos y quiso seguir entrenando, aunque el galeno le recomendó que se retirase a los vestuarios. También Domingo se llevó un golpe a la altura del gemelo de a pierna derecha, del que se quejó con síntomas de estar dolorido aunque pudo acabar sin problemas todo el trabajo.

En el entrenamiento estuvieron los porteros José Antonio (Cádiz juvenil) y Stancampiano (Cádiz), así como los jugadores del filial Diego González y José Mari, y el trabajo estuvo dirigido durante buena parte por Jorge Amar, ya que la carga física resultó importante.