'Antidisturbios' para frenar a los cadistas sin entradas

La Subdelegación del Gobierno en Huesca ha dado una vuelta más de rosca al tremendo lío que se ha organizado con las pocas entradas que el Huesca ha enviado al Cádiz. El último aviso, casi amenaza, que ha llegado desde la ciudad aragonesa afecta a los seguidores cadistas que pretendan presentarse sin entradas en El Alcoraz. Para frenarles se montará un cordón lejos del campo que estará vigilado por una Unidad de Intervención Policial (UIP), conocida como antidisturbios.

Los dirigentes del Huesca mantuvieron ayer una reunión con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para ultimar todos los detalles relativos a los prolegómenos, durante y después del encuentro que su equipo jugará contra el Cádiz. La comisión creada para tal fin decidió que se persiga la reventa, con un dispositivo especial destinado a este fin, avisando el club oscense que "si se demuestra que algún socio del club se involucra en algún caso de reventa, podrá proceder a cursar su baja inmediata", tal y como recoge una nota publicada en la web.

El asunto que se trató con más profundidad en la cita afecta a la posibilidad de que aficionados cadistas se desplacen sin entrada, y con el fin de evitar posibles alteraciones del orden público, se va a desplazar hasta Huesca una Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía procedente de Zaragoza, que podrá solicitar a toda persona que ocupe la zona de acceso al campo, que es propiedad del Huesca, su acreditación o entrada para el encuentro. La intención es negar la entrada a quienes no tengan su localidad.

El celo policial será enorme y muy meticuloso porque el objetivo es montar un cordón lejos del campo que sólo podrán rebasar los aficionados que dispongan de entrada para asistir al encuentro.

En la nota colgada en la web, el Huesca "lamenta las molestias que puedan ocasionarse, entendiendo necesarias estas medidas en bien de la seguridad de todos".