Cádiz - Córdoba

Aires de bloqueo en casa

  • El equipo amarillo enlaza su quinto partido consecutivo sin ganar en su feudo y no termina de encarrilar el pase al 'play-off'

  • Golazo de falta de Aketxe y error en cadena que da vida al rival

El Cádiz dejó de escapar una ocasión de oro para amarrar de manera definitiva el pase a la fase de ascenso. No aprovechó la derrota del Huesca y las tablas del Real Oviedo y sólo pudo empatar en casa ante el Córdoba en un encuentro marcado por un desagradable viento que condicionó el desarrollo del juego. El conjunto amarillo se adelantó al inicio de la segunda parte con un golazo de falta de Aketxe y Alfaro igualó para los visitantes tras un error defensivo en cadena de los locales. Un simple fallo colectivo dio al traste con las aspiraciones de un Cádiz sin respuesta tras el tanto de la igualada que encadena cinco partidos sin ganar en su feudo y si continúa en la zona de privilegio es por el empeño en fallar de sus rivales directos. No andan finos los gaditanos ni a nivel colectivo ni en el plano individual y los triunfos brillan por su ausencia. Sólo uno en las últimas nueve jornadas. Pese a que dieron la sensación de controlar el partido, bastó una llegada peligrosa de los cordobeses para abortar la tentativa de victoria. Con qué poco se le hace daño al Cádiz, de nuevo abonado al balón parado.

Álvaro Cervera apostó por el bloque habitual, con las novedades de Carpio en el lateral derecho y Abdullah en el centro del campo, integrados en el engranaje del 4-4-1-1 desplegado por el técnico.

El partido arrancó con un cúmulo de despropósitos de los equipos, incapaces de bajar el balón al pasto, quizás estorbados por el fuerte viento de Levante. Los locales no conseguían dar dos pases seguidos y fueron los visitantes los primeros en atreverse a tirar a puerta con un disparo lejano de Bíttolo en el minuto 11 que Cifuentes atrapó sin dificultades. La réplica llegó de las botas de Luis Ruiz en el 14 con un centro que el viento empujó hasta la portería y obligó a Kieszek a meter la mano para evitar el gol. Se repitió la película un minuto después con un servicio de Salvi que el cancerbero sacó in extremis cuando el gol parecía cantado.

Los amarillos se animaron sobre todo porque se hicieron con la posesión del balón y empezaron a romper las costuras defensivas del Córdoba. En el 22 Kieszek apareció de nuevo para salvar a su equipo con una gran parada tras un remate a bocajarro de Garrido tras centro de Salvi.

Los gaditanos encontraron las bandas y generó peligro una y otra vez por la derecha y por la izquierda. En el ecuador del primer acto el Cádiz tenía el mando del partido aunque el cuadro verdiblanco avisó en el 25 con un contragolpe de manual que Piovaccari no culminó por centímetros.

Los de Cervera daban la sensación de tener todo bajo control hasta que Abdullah, notable en la distribución del cuero, empezó a cojear de manera ostensible. El apagón del comorense coincidió con la aparición de Aketxe, que en el 37 fabricó la mejor jugada individual que finalizó con un zurdazo que murió en las manos de Kieszek.

El Cádiz llevó el peso hasta el intermedio pero le faltó la profundidad necesaria para hacer daño a un adversario que lo fió todo a la defensa a la espera de un zarpazo a la contra. Los inquilinos de Ramón de Carranza estaban obligados a apretar mucho más en la segunda mitad si querían quedarse con los tres puntos.

La segunda parte no pudo comenzar de mejor manera. En el minuto 50, Aketxe, un maestro a balón parado, puso con ventaja a los amarillos con un libre directo lanzado de manera impecable desde la frontal del área. El vasco colocó la pelota junto un poste a media altura ante un Kiezsek que asistió a un espectador más al golazo.

El Cádiz se veía por delante en el marcador en casa después de dos meses, con un escenario favorable para quedarse con los tres puntos y con Abdullah recuperado y haciendo malabarismos. Con el 1-0 empezaba un partido nuevo. El Córdoba no tenía otra que abrirse y dejar espacios atrás. Salvi tuvo el segundo en sus botas pero su remate, tras una meritoria internada de Álvaro García, lo detuvo el arquero.

Todo parecía bajo control pero los cordobeses no se dieron por vencido y no empataron de milagro en el 63. Rodri, recién ingresado al césped, empaló la pelota a un metro de la portería y cuando parecía que entraba se marchó alta tras rozar al larguero. Se salvó el Cádiz por los pelos en una clara demostración de que sin un segundo tanto el sufrimiento estaba garantizado hasta el pitido final.

Los gaditanos se guarecieron atrás para salir con velocidad pero no dieron con la tecla y dejaron que el Córdoba se metiese en el partido. En el minuto 75, un saque de banda sin aparente peligro se lo tragó toda la defensa, el balón recorrió el área de un lado a otro hasta que Alfaro enganchó un derechazo raso y cruzado con el que puso el 1-1 con un cuarto de hora por delante. Veinticinco minutos le duró la renta a un Cádiz que no supo matar el partido y se vio abocado a un desenlace preñado de incertidumbre frente a un adversario envalentonado, que no sufrió para conservar el empate. Eddy Silvestre relevó a Abdullah para dar frescura pero aportó desacierto. Los locales perdieron consistencia. Se apoyaron en alguna acción a balón parado y poco más. Volaron dos puntos pero, paradojas de la vida, la fase de ascenso está un punto más cerca.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios