Escudo violeta para frenar la violencia machista
Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres | Un análisis feminista
Los colectivos feministas de la ciudad reflexionan sobre la problemática de la violencia sobre las mujeres en su Día Internacional
En menos de 3 años, estas organizaciones en nuestra ciudad han ascendido de 1 a 5
Hoy, 25 de noviembre, volveremos a gritar que nos queremos vivas en las calles de la mayoría de las ciudades de este país. En Cádiz, por ejemplo, nos citamos a las 12.00 en la plaza de San Juan de Dios. Sin embargo, el reguero de asesinatos que gotea esta fecha, la del Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres, nos obliga a realizar una reflexión más profunda. Porque las violencias machistas no cesan, porque asistimos ojipláticos a más de una resolución judicial y porque necesitamos una estrategia integral reflexionamos con las organizaciones feministas gaditanas que, en menos de tres años, han crecido de uno, la Asamblea Feminista, a cinco colectivos.
Café Feminista, Macondo Espacio Creativo y Feminista, Ni Una Menos e Hijas de Nadie, junto al colectivo veterano, lo tienen claro, las medidas gubernamentales para poner freno a la violencia contra las mujeres “no son suficientes”. “No, rotundamente, no”.
“No basta con hacer leyes sino que después hay que invertir recursos económicos importantes para asuntos clave como la protección de las mujeres y sus hijas e hijos y que tengan salida económica para ser independientes, o para la formación efectiva de los profesionales, o para que no se saturen los recursos (juzgados, atención psicológica…)”, opinan desde la Asamblea Feminista, razón a la que se suma Macondo que considera que “no hay la voluntad política suficiente para emplear la fuerza y exigencia necesaria como se hizo, y se hace, ante otras acciones terroristas, porque la violencia machista es terrorismo machista”.
Los colectivos como Café Femista aducen que “sólo tenemos que mirar” hacia el número de casos que año tras año se reflejan en las estadísticas. De hecho, si las oficiales hablan de 44 mujeres asesinadas (la ley sólo contempla los crímenes que se producen a manos de pareja o expareja), desde Macondo y Ni Una Menos recuerdan que son 89 las víctimas que se ha cobrado la violencia machista en 2018.
“Las jornaleras de Huelva, la nefasta sentencia de La Manada o Diana Quer son algunos de los casos donde los “agresores sexuales” salen impunes y se culpabiliza a la víctima”, se lamentan desde Ni Una Menos que recuerdan que “en el Estado español se registran 4 violaciones diarias, una cada 8 horas, y las mujeres seguimos siendo sometidas al capitalismo rosa y el pink washing, que no quedan registrados en ninguna estadística”.
“Y es más –apostillan desde Hijas de Nadie– entre un 30,9% y un 21,7% de las mujeres asesinadas en los últimos años habían denunciado a sus agresores con anterioridad”. Este alarmante porcentaje, además de las mediáticas y cuestionadas sentencias de este último año, “basadas en una interpretación de la ley sin persectiva de género”, contribuyen a crear un clima de “descreimiento” que refuerza “el aislamiento y el silencio” de las mujeres que sufren estas agresiones y ven minada “su credibilidad”, vienen a decir la totalidad de los colectivos.
Para estas entidades el principal problema es que “no se ponen en marcha medidas que realmente vayan a la raíz del problema”. Medidas que implicarían “modificar algunas normas” como la propia Ley Integral contra las violencias de género para que se incluyesen supuestos “como el acoso callejero, la trata y los asesinatos y las violaciones o agresiones sexuales fuera de la pareja/expareja”, apoyan desde Asamblea Feminista y Macondo que también señala a “los medios de comunicación y otros agentes socializadores como la escuela” como perpetuadores “de roles y estereotipos que no permiten un cambio real” en la visión social que se tiene de la mujer. “Además –suma el Café Feminista–no hay campañas dirigidas a los hombres que son los que tienen que cambiar la forma de ver a las mujeres y el sistema patriarcal que sostiene esta forma binaria”.
“La violencia machista se camufla y puede adoptar otras formas como es el caso del acoso callejero, la violencia obstétrica, los estereotipos de las mujeres y su consiguiente estigmatización, la monopolización del disfrute sexual por parte del género masculino, el acoso que sufrimos las estudiantes en las aulas que soportamos comentarios sobre nuestra forma de vestir, la invisibilización de las mujeres en el temario y la falta de un protocolo efectivo y real que actúe ante los casos de agresiones sexistas”, enumeran desde Ni Una Menos.
Este colectivo feminista de estudiantes asegura que el actual protocolo que posee la Universidad de Cádiz “no funciona” porque “no se está aplicando, en parte, por la poca atención que se le presta, de hecho, muchas estudiantes ni siquiera saben que existe, y en parte, por falta total de presupuesto”. Así, reclama “la creación de un protocolo nuevo, real y efectivo” y que “no sólo se aplique en la universidad sino también en colegios, institutos y formaciones profesionales”.
A la Asamblea Feminista también le preocupa “la educación” y en la educación sexual pues “mientras predomine la cultura del amor romántico, y la cultura de la violación, no cesarán los asesinatos de las mujeres un día sí y otro también”, valoran.
Educación, mejora de la formación en género en jueces, fiscales y todo personal de la administración relacionado con la implementación de políticas de igualdad, es otra de las medidas propuestas por organizaciones como Macondo que llega, incluso, más lejos solicitando la modificación del Código Penal, “como el art. 179 donde habría que incluir el punto de violación para evitar interpretaciones machistas por determinados jueces”.
La puesta en marcha de medidas laborales y sociales “que rompan la brecha salarial que sigue dejando a las mujeres en una mayor situación de precariedad y vulnerabilidad” es otra de las propuestas desde Macondo y desde el Café Feminista donde se argumenta que “es necesario un cambio estructural del sistema que implique actuaciones en todos los ámbitos pues “hay diferentes grados de violencias machistas que van desde los micromachismos hasta los feminicidios, que están en la punta del iceberg”.
“Planes de educación afectivo-sexual, programa en centros escolares, establecimiento de rentas básicas para familias monoparentales, garantizar sus suministros básicos, derecho a vivienda, sanidad, responsabilidad pública y colectiva de los cuidados y espacios comunitarios y de apoyo mutuo” son algunas de las propuestas del Café Feminista para erradicar las violencias machistas a las que se suma Hijas de Nadie que opinan que hay que seguir “levantando la voz para que la mujer tome el lugar que le corresponde en la sociedad” y “pelear desde dentro, con talleres, acciones reivindicativas y charlas, para conseguir la igualdad en las aulas, para que desaparezca la brecha salarial, para que ninguna mujer tenga que soportar acoso en ningún ámbito y nunca más se sienta indefensa, vulnerable ni excluida por una sociedad y una justicia que no las toma en serio”.
Planteamientos basados en la igualdad cuyo “diseño, desarrollo y seguimiento” estén realizados “desde una transversalidad real” y que “se cuente de verdad con las mujeres, y desde una perspectiva feminista, para llevarlos a cabo”, opinan en Macondo.
De hecho, esta es la filosofía que sustenta buena parte de los principios del movimiento feminista sin el cual, “sin su trabajo de concienciación y de presión”, no tendríamos “las mejoras conseguidas hasta ahora” en la lucha por erradicar las violencias machistas, recuerdan desde el Café Feminista.
La capacidad de haber logrado “el empoderamiento de millones de mujeres en todo el mundo”, de conseguir “que la mirada sea amplia y que cada vez más gente entienda que no hablamos de casos aislados sino de una violencia estructural”, su logros en cuanto “a que cada vez más personas se cuestionen todas las situaciones de machismo en el día a día” contribuyendo a una sociedad más igualitaria demuestran que el movimiento feminista “no es que sea importante, es que es crucial” en esta batalla contra las violencias machistas. Porque “ninguna ley será realmente efectiva sino va acompañada del cambio social y cultural”, dicen lestos colectivos, hay que armarse, todas y todos, con el escudo violeta.
¿Quiénes son los colectivos feministas de la ciudad?
- Macondo Espacio Creativo y Feminista. Aunque legalmente se creó en 2016, desde un año antes ya programaban actividades en torno a sus objetivos, “crear un espacio de encuentro que posibilite la creación artística desde una perspectiva feminista”, “promover acciones que posibiliten el desarrollo igualitario de las personas” y “denunciar y visibilizar todas las violencias de género que se produzcan tanto en el ámbito social como institucional y actuar frente a ellas”. Este colectivo ha realizado proyectos de coeducación e intervención como Las mujeres tomamos la Palabra (finalizando su segunda edición), los talleres Cómo dejar de ser cuidadoras de semblantes y no morir en el intento y el taller fotográfico Feministas paseando por Cádiz, entre otras.
- Café Feminista. Surge en enero de este mismo año impulsado por mujeres que ya trabajan en otros colectivos y que estuvieron implicadas en el 8-M. Tienen la formación como punta de lanza pues “sin educación y formación no podíamos dar respuestas a las preguntas y necesidades de otras mujeres”. Así, una vez al mes suelen hacer formación desde la perspectiva feminista. También entablan relaciones de colaboración con otros colectivos como la marea de pensionistas, donde las mujeres y pensionistas y viudas se convierten en pata de esta movimiento, o Las mujeres del parque, que luchan de forma colectiva por mejorar las condiciones de vida de su barrio. En estos momentos está formado por unas 40 mujeres y 2 hombres.
- Ni Una Menos Cádiz. “Ante la necesidad de un colectivo feminista joven en la ciudad”, en octubre de 2017 nace esta asociación que sigue la estela del movimiento Ni Una Menos en Argentina y Non Una Di Meno en Italia. Formada en la actualidad por unas 100 jóvenes, funcionan tanto en Cádiz (se suelen reunir en la Facultad de Filosofía y Letras) como en el Campus de Puerto Real. Más allá de sus reuniones, la mayoría de nuestras manifestaciones y/o huelgas son mixtas y animan “a los chicos a luchar junto a nosotras, porque creemos que el mundo se cambia entre todas y todos”. Quienes lo desee, puede contactar con Ni Una Menos Cádiz a través de Instagram, Twitter y Facebook.
- Hijas de Nadie. Fue Eres más que tu talla, la campaña del colectivo feminista valenciano Las Lilas, la que reunió a núcleo fundador de Hijas de Nadie, un colectivo que nace en febrero de 2016 de la necesidad “de luchar contra la opresión que sufrimos las mujeres en este sistema”. Actualmente son un colectivo no mixto que se reúne en Barrio Abierto o en la Casa de la Juventud, normalmente, cada dos semanas. Pueden contactar con ellas a través de Instagram, Facebook o Twitter.
- Asamblea Feminista. Comienzan sus reuniones en 2010 y desde entonces han pasado por diferentes etapas. Actualmente es un colectivo no mixto (asunto sobre el que han debatido ampliamente) aunque a las actividades que organizan invitan a todas las personas interesadas. Todos los meses organizan una tertulia literaria feminista en La Clandestina y participan y colaboran en todas la convocatorias feministas que se organizan a nivel local y provincial. Se puede contactar a través de Facebook.
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