Un verano atípico hasta el final

Hasta el último día, el verano de 2014 ha sido atípico. El mal tiempo se ha visto acrecentado en las últimas fechas, en las que se han registrado precipitaciones durante nueve días seguidos. A pesar de ser septiembre un mes en el que baja el turismo, todavía quedan veraneantes buscando el sol y las playas gaditanas. Los hoteles y la hostelería dependen en Cádiz, principalmente, de la época estival, por lo que cualquier alteración puede tener una especial incidencia en la cuenta de resultados.

Los hoteles han salvado estos días de una manera desigual, con establecimientos que han mantenido los niveles de ocupación gracias a la clientela extranjera o los desplazamientos por negocios, mientras que otros sí han sufrido más los efectos del mal tiempo. Por su parte, la hostelería que está a pie de playa ha visto cómo las ventas se han visto afectadas.

Uno de los ejemplos es el hotel Barceló Cádiz, cuya ocupación durante este mes de septiembre ronda el 85%. Su directora, Cristina Imaz, explicó que "a nivel individual del turismo, los primeros diez días de septiembre han ido bien. Ahora tenemos buenas ocupaciones, pero se debe a otras industrias ajenas al sector del turismo y a algún congreso".

Imaz reconoció que por la lluvia "ha habido cancelaciones, reducciones de estancia y salidas tempranas. Cádiz es un destino que está supeditado al cliente nacional y al tiempo". Con todo, se congratuló por los datos de septiembre.

En el hotel Spa Cádiz Plaza, su directora, Noelia Martínez, señaló que "la semana pasada solo ha habido la cancelación de una habitación porque venían expresamente a la playa".

Con un dato del 87% de ocupación, Martínez destacó que "es muy buen dato al no ser de veraneo". Recalcó que esto se debe a que "han venido muchos extranjeros, principalmente alemanes y suizos. En septiembre saben que se pueden encontrar con mal tiempo y no se asustan por eso, aunque agradecen los cinco minutos de sol". Asimismo, indicó que esta afluencia de público ha posibilitado que "se estén alargando los contratos de verano".

A pie de playa, en el hotel Tryp La Caleta, su director, Javier Huertas, apuntó que "la previsión que teníamos ya en sí venía floja en los últimos días de septiembre, en los que siempre suele bajar". Aun así, con una ocupación en torno al 85%, Huertas afirmó que "está siendo mucho mejor que el año pasado".

A pesar del mal tiempo, el director apuntó que no ha habido cancelaciones, principalmente al estar los clientes repartidos entre varios segmentos. Con todo, Huertas se mostró satisfecho por los datos del verano, que "han sido de un 10% más que el año pasado". Unas cifras que son muy importantes, ya que en el verano "nos jugamos el 65% de la rentabilidad".

En el centro, en el Senator Cádiz Spa Hotel, su gerente, Álvaro Gutiérrez, se mostró contento por las cifras registradas en septiembre, culminando un buen verano. Así, en 2013 consiguieron un 80% de ocupación, mientras que los datos actuales sitúan la subida en unos ocho puntos porcentuales.

Así, entre las claves que han permitido mantener los datos pese al mal tiempo, Gutiérrez desarrolló la importancia del aumento del turista extranjero, con especial incidencia en la entrada de Cádiz dentro del circuito andaluz de ciudades para visitar. "Antes, cuando los turistas visitaban Andalucía, recorrían Granada, Córdoba, Sevilla y Ronda. Cádiz, Jerez y el resto de la provincia se han metido dentro de estas rutas", aseguró. Por esto, Gutiérrez calificó este turismo como "de paso", ya que "reservan directamente en el mostrador u online al ir decidiendo sobre la marcha".

En el apartado hostelero, las sensaciones en los chiringuitos son distintas al afectarles directamente el mal tiempo. Raúl Cueto, que regenta dos establecimientos en Cortadura, ya está desmontando El Pez Frito. Entre los problemas, Cueto señaló al diseño estrenado este año. "Los toldos no son los más idóneos. Tenemos que hablar con el Ayuntamiento porque el modelo de estructura no es el más viable, ya que cuando llueve cae el triple de agua que con el anterior diseño", dijo.

Cueto reconoció que la semana pasada "ha sido pésima y la semana que viene va a ser igual". Con todo, la intención del empresario es mantener el Nahú Beach hasta el 15 de octubre. "Queremos probarlo con mal tiempo para saber por dónde entra el agua y el viento", contó.

Por su parte, Juan de Dios Núñez, socio del chiringuito Malibú, indicó que "el tiempo es el que está mandando a los clientes. Cuando es bueno, la venta es buena". A pesar de la meteorología, la semana de cruceros ha ayudado a tener mejores datos. "Hemos tenido más clientes extranjeros, que aunque vienen poco, nos están llegando. Ellos están mas acostumbrados al mal tiempo y si no llueve, la playa está preciosa", relató. A esto, se añadió el banquete de una boda que celebraron el pasado viernes, algo que ha ayudado a los buenos datos en las últimas fechas.

El contacto más directo con el veraneante lo tiene Iván Martín, vendedor de bebidas en la playa de la Caleta. De su experiencia comentó que "desde que ha comenzado el colegio, ha venido gente a la playa, pero mucho menos que otros años. En cuanto caen dos gotas, la gente deja de venir". Esto ha trastocado sus planes, ya que "esperaba en septiembre algún día buenecito para poder terminar la temporada".