Ante la cantidad de personas que disfrutan diariamente de las playas, el Ayuntamiento diseña cada año un importante dispositivo de seguridad para socorrer y rescatar a quienes puedan sufrir algún tipo de percance. Al ser un servicio que se contrata a través de un concurso público, las características del plan de socorrismo y salvamento se detallan en el pliego de condiciones técnicas, que debe ser cumplido por la empresa concesionaria de esta prestación.

El último documento, elaborado por el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Cádiz y la oficina técnica de Protección Civil, data de 2015, fecha en la que se adjudicó por tres años a la empresa Ebone Servicios, Educación y Deporte SL, aunque la intención del actual equipo de Gobierno es que este contrato sea municipalizado para la próxima temporada. Este plan recoge todos los requisitos que debe cumplir esta compañía, las funciones de los trabajadores, las instalaciones de las que disponen, los medios técnicos y humanos, la asistencia sanitaria, el cronograma de apertura de los servicios de salvamento o los horarios, entre otros aspectos.

En primer lugar, el pliego establece que al socorrismo y el salvamento le corresponden funciones como la vigilancia del mar y la arena ante posibles problemas, la atención a incidencias como la búsqueda, rescate y evacuación, la búsqueda de personas desaparecidas, el reparto de pulseras identificativas para niños, la información sobre el estado del mar, la ayuda al baño a personas con movilidad reducida y la vigilancia para que no existan embarcaciones en las zonas destinadas al baño.

Hay que tener en cuenta que el dispositivo de socorrismo y salvamento, al igual que sucede con el resto de servicios de las playas gaditanas, se encuentra sólo al máximo rendimiento durante la temporada alta, que tiene lugar en los meses de julio y agosto, disminuyéndose en el resto de periodos.

Actualmente, en plena temporada alta, los servicios están disponibles en horario de 11 a 20 horas. En cuanto a los botiquines y torretas de vigilancia de socorrismo, los usuarios disponen de uno en la playa de La Caleta (el botiquín está en la zona del Club Caleta, mientras que la torreta se encuentra en la parte de la puerta de La Caleta), uno en Santa María del Mar (el botiquín está en el espigón norte y la torre de vigilancia en el espigón sur), tres en La Victoria (Isecotel, Central y Los Delfines) y tres en Cortadura (Balneario, El Chato y Santibáñez).

En la temporada media, que se desarrolla entre el 16 y el 30 de junio, y el 1 y el 15 de septiembre, el horario es de 11 a 19 horas. En esta etapa permanece cerrado el botiquín de Santibáñez, mientras que los de Isecotel y El Chato sólo están disponibles los fines de semana. Ya en temporada baja (entre el 1 y el 15 de junio, y el 16 y el 30 de septiembre), la reducción es más drástica tanto en horario como en instalaciones, ya que sólo abren de 12 a 19 horas los botiquines de La Caleta, Santa María del Mar, Módulo Central de La Victoria y el Balneario de Cortadura. Por último, en la pretemporada de playas, que comienza el Domingo de Ramos y acaba el 31 de mayo, sólo se abren los módulos de La Caleta y La Victoria en horario de 12 a 17 horas de lunes a viernes y de 12 a 18 horas los sábados y domingos.

Respecto a los medios humanos, la principal figura dentro del organigrama del servicio del salvamento y el socorrismo es el coordinador, que es el principal responsable de que esta prestación se realice de la manera adecuada al ser la persona encargada de la organización del trabajo, la coordinación de las emergencias, la gestión de la colocación de las banderas de advertencia para el baño o la interlocución con la Policía Local, entre otras cuestiones.

En las actuaciones en el mar, cada embarcación de salvamento contará con un patrón, que será la persona encargada de su manejo en cualquiera de las actuaciones que se realice en la playa. Junto a él se encontrará el socorrista acuático, que es el trabajador que debe realizar el rescate en el medio acuático. Asimismo, también están los socorristas para sillas anfibias, que son las personas que desarrollan su labor en las cuatro zonas de playa integrada para facilitar el baño a las personas con movilidad reducida. Por último, cada uno de los puestos de vigilancia deberá estar ocupado por un socorrista de torreta, que debe detectar cualquier emergencia que se esté produciendo en la playa.

Así, en la temporada alta el dispositivo está formado por dos coordinadores de salvamento y socorrismo, ocho socorristas en torretas, seis patrones (uno en La Caleta, Santa María del Mar y Cortadura, y tres en La Victoria), ocho socorristas acuáticos y ocho socorristas para sillas anfibias (dos en La Caleta y dos en cada uno de los puestos de La Victoria colocados en Marianista Cubillo, el módulo 3 y Los Delfines). En la temporada media, el servicio se reduce a dos coordinadores, cinco socorristas en torretas (se suman dos más los fines de semana), cinco patrones (uno más los sábados y los domingos), siete socorristas acuáticos (otro más los fines de semana) y ocho socorristas para sillas anfibias.

Ya en la temporada baja, la plantilla está formada por un coordinador, cuatro socorristas en torretas, cuatro patrones, seis socorristas acuáticos y cuatro socorristas para sillas anfibias. Por último, durante la pretemporada de playas sólo intervienen en el salvamento y el socorrismo un coordinador, dos socorristas en torretas, dos patrones y tres socorristas acuáticos.

Asimismo, en cuanto a los medios técnicos, el pliego contempla todas las herramientas de las que deben disponer los socorristas para hacer su labor, que también varían en número en función de la época, contando para ello con las embarcaciones neumáticas completamente equipadas y con sus respectivos motores (siete en la temporada alta), dos vehículos polivalentes y dos remolques para poder desplazar las embarcaciones desde el almacén, latas de salvamento, prismáticos, radio teléfonos portátiles, emisoras bases, emisoras móviles y teléfonos móviles.