Cádiz

El techo del puente

  • La pila 13 ya ha llegado a su punto más alto, 181 metros, superando a las históricas torres de Sevillana Se cumplen siete años de la presentación del proyecto del nuevo puente

El puente de la Constitución de 1812 ya se puede ver desde Conil. Son 34 kilómetros de distancia en línea recta que visualmente se salvan gracias a la altura que ya ha alcanzado la pila número 13 del puente, la que Dragados construye en suelo del Bajo de la Cabezuela.

Esta pila ha alcanzado ya el máximo de su altura, con 181, 24 metros, una vez que se han instalado los dos últimos pilonos, de los cinco con los que cuenta, de esta estructura. Ya se pueden ver los cajones metálicos de ambos pilonos quedando aún recubrirlos de hormigón en sus laterales ya que en el frente (que da al mar) saldrán los tirantes que servirán de agarre para el tramo atirantado del puente.

De esta forma, el puente de la Constitución de 1812 alcanza por fin su techo, su máxima altura. Se supera de esta forma a las dos torres de Sevillana, que durante medio siglo han sido el punto más alto de la Bahía, y de la provincia, con sus 156 y 160 metros de altura.

Estos 180 metros supondría un edificio de al menos 55 plantas de altura, similar a las torres de oficinas que se levantaron en Madrid en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Aún queda por rematar la pila 12, la que se construye ya en aguas de la Bahía, que contará al final del proceso con 187 metros de altura. En este caso los pilonos son diferentes y más numerosos (24 frente a los cinco de la otra pila) pues tienen un peso menor (unas 20 toneladas).

Junto a esta fase de la obra, Dragados está trabajando también en otros puntos del proyecto. En suelo de la capital se está culminando el último tramo del tablero, el que se ubica totalmente en tierra y que permite la conexión con la glorieta de El Corte Inglés. Al ritmo en el que avanzaban ayer las obras, aún queda al menos un mes para que éstas terminen. Tras ella, se estará en disposición de urbanizar esta rotonda, aunque habrá que ver si conviene o no para el normal desarrollo del proyecto pues aunque y esté listo esta fase del tablero (hasta la pila 9 donde va el viaducto desmontable), aún queda la urbanización de toda la estructura.

Igualmente se están dando los últimos toques a las obras en el nudo del Río San Pedro, especialmente en lo que supone la conexión con la autopista a Sevilla. En el Bajo de la Cabezuela se prepara también el izado de una nueva dovela en la pila 13. En este caso la número cuatro tocaría elevar una por el lado del mar. La previsión de la dirección de las obras del puente es que a continuación se haga la misma operación, instalar cuatro dovelas, en la pila 12. A partir de ese momento se subirán los cuatro carros de izado, dos ascendentes y dos descendentes, que permitirán la subida de las 53 dovelas, más la clave, para cerrar los 540 metros del tramo atirantado, que estarán sujetos a las pilas mediante grandes cables de acero.

La llegada del buen tiempo, si éste se mantiene, debería de ayudar a agilizar todo este proceso, especialmente complicado pues se trabaja a gran altura, con piezas de enorme peso que necesitan una precisión milimétrica en su ensamblaje, y con el inconveniente que puede suponer un mar movido. Con todo, los especialistas tienen claro que será imposible que la construcción del puente esté listo a 31 de diciembre de 2013, como pretende la ministra de Fomento.

Curiosamente, la llegada a lo más alto de la primera de las grandes pilas del puente coincide con el séptimo aniversario de la fecha de la presentación del proyecto del puente, entonces denominado de La Pepa, en un acto que fue presidido por la ministra socialista de Fomento Magdalena Álvarez. En aquel momento se anunció que las obras estarían terminadas en el año 2010. Un año más tarde, hace por lo tanto seis años, se adjudicó las obras a Dragados, con un plazo de ejecución de 41 meses y una inversión, ya sobrepasada, de 272 millones.

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