Después de un par de meses prácticamente de parón encubierto, las obras del tramo atirantado del segundo puente han recobrado la actividad. Posiblemente se haya continuado operando en algunos tajos, en la colocación de pilonos, incluso Fomento y los políticos asegurarán que se siguen construyendo dovelas a buen ritmo en las factorías sevillanas, pero la realidad visual, la que ven los ojos de los ciudadanos, dice que desde hace más de tres meses no se colocaba ninguna dovela. En estos últimos días el carro de izado ascendente de la pila 13, el que está orientado hacia la orilla gaditana, ha subido la dovela 2-I-P13, la cuarta de las 61 de que consta el tramo y que también se ha situado en el gran pilar que se levanta en el Bajo de la Cabezuela. Esta cuarta estructura que se iza ha sido construida por Dosa, y ahora, según el programa de trabajo de la obra, tocará que sea elevada la 2-D-P13, que fue construida por OPT, aunque como la firma sevillana ya no forma parte de la UTE Puente Bahía de Cádiz, serán otras subcontratas las que se encargarán de esta labor.

En estos momentos el tramo atirantado ya cuenta con cuatro dovelas colocadas y los carros de izado ascendente y descendente de la pila 13. La empresa Tecade, que es la que tiene asignadas el grueso de las dovelas de la pila 12, está haciendo acopio de material para, según fuentes de Fomento, una vez que arranque ese tramo, para el que será necesaria una grúa-barcaza que colocará tanto las cuatro primeras dovelas como los carros de izado, lo ideal es que no sufra ningún parón que haga sufrir a las estructuras y a los tirantes que los sujetan.

Aunque el 16 de marzo la ministra de Fomento, Ana Pastor, aseguró que el segundo puente sobre la bahía gaditana estaría listo este mismo año, evidentemente la reprogramación de la obra hará que su finalización se vaya más allá del año 2015 como poco. Desde que empezó el tramo atirantado, el pasado mes de octubre, sólo se han colocado cuatro dovelas de las 61 de que consta. El ritmo es lentísimo, sobre todo teniendo en cuenta que los políticos advirtieron que había que agilizar la construcción de esta fase de la obra. Además, según ha podido saber este medio, los pagos a las subcontratas que están terminando de hacer las dovelas en las factorías de Sevilla están llegando con retrasos de muchos meses, lo que está obligando a despidos de personal y nuevas contrataciones periódicas que sólo hace complicar más aún un proceso ya de por sí difícil, como es el ensamblaje, a más de 60 metros de altura, de piezas cuyo peso puede alcanzar hasta las 600 toneladas.

Actualmente, en el puente continúan trabajando dos UTEs, la denominada UTE Puente Bahía de Cádiz y la llamada UTE Tranvía, aunque todo hace indicar que las penurias económicas por las que atraviesa la Junta de Andalucía harán que el carril previsto para este medio de transporte sea utilizado para autobuses públicos que agilicen los desplazamientos por la Bahía.

La buena noticia es que el puente avanza. La mala que lo hace, hasta la fecha, a un ritmo exasperante y que a mediados del mes de agosto, por tercer verano consecutivo, el tramo atirantado no ha crecido de forma tan definitiva como Fomento anunció.