La eliminación de la vía del tren con el soterramiento y la posterior construcción de una nueva y flamante avenida, llamada de Juan Carlos I, planteó la construcción de varios pequeños rascacielos que, a modo de ´hitos', iban a dar una imagen muy especial a la carretera, que durante décadas no fue más que la trasera del paso del ferrocarril.

Así lo planteaba el Plan de Ordenación Urbana aprobado en 2012. Los ‘hitos’, según la denominación del Ayuntamiento de la época, se levantarían en los solares de las casitas bajas, junto a la Martona y en la glorieta de la Zona Franca. Se daba así curso a lo previsto en el concurso arquitectónico que se organizó, en 2003, para lavar la imagen de las fachadas que daban a la Juan Carlos I y planificar los usos de los solares vacíos.

Tras el parón en el sector de la construcción en la ciudad, muy afectado por la crisis económica, los proyectos comienzan a animarse por lo que respecta a la iniciativa privada.

Sin embargo este crecimiento en la inversión constructora parece que ha dejado al lado la apuesta por los ‘hitos’ previstos desde el Ayuntamiento.

Al final, de todos estos el único que se ha construido es uno de los dos previstos en la glorieta de la Zona Franca, la Torre D’Arenas, aunque su altura se limite a once plantas.

El resto de los solares, por el contrario, siguen vacíos, especial el que iba a acoger al primer rascacielos de la ciudad: la Torre 2012, que en un primer diseño se planteo con 36 plantas aunque el Ayuntamiento rebajó la altura. Este edificio, cuyo diseño corrió a cargo del estudio gaditano MCK Arquitectos, destinaba varias plantas para uso hotelero. Su ubicación, los terrenos de las antiguas casitas bajas, sigue a la espera de la construcción de este u otro inmueble.

Igualmente nada se sabe de la promoción privada a levantar en el ala de los antiguos depósitos de tabacos que dan a la avenida de Juan Carlos I. Este terreno pertenece a Logista y en el mismo tenía previsto levantar un bloque de diez plantas y otro de veinte pisos de altura. En total 188 viviendas de renta libre que podrían reducirse, en favor de las protegidas, si el proyecto sigue retrasándose y da tiempo al Ayuntamiento a redactar el nuevo PGOU donde se potenciarán los pisos de promoción pública.

De esta forma, sólo Torre D´Arenas ha cumplido lo previsto en cuanto a ‘hitos’. Y puede extrañar que no haya tenido seguidores porque la promoción se ha vendido en su totalidad en muy poco tiempo.

La mayor parte de los 31 pisos vendidos, en una promoción con piscina incluida, son para primera residencia y salvo cuatro los compradores proceden de la provincia, aunque trece de ellos son ya vecinos de la capital.

En la planta baja está prevista la instalación de un Burger King.

La previsión es que el bloque esté terminado el próximo mes de abril. El excelente resultado de esta promoción de lujo ha animado a los promotores, de raíces gaditanas, a plantear pronto nuevas inversiones, aunque con un menor número de viviendas que en la glorieta de la Zona Franca.

Ajeno a este fallido plan de ‘hitos’ arquitectónicos pero metido de lleno en la urbanización de la avenida de Astilleros se encuentra una de las mayores promociones de vivienda de la ciudad: el complejo residencial de Abárzuza.

Son 213 viviendas repartidas en cinco bloques ocupando el suelo dejado por las antiguas naves que, en su día, fueron uno de los primitivos centros industriales de la ciudad. La operación fue una de las afectadas por la parálisis del mercado inmobiliario, pero desde que en 2016 se reactivó ha crecido a una rapidez más que notable, hasta el punto que ya se está construyendo el último de los cinco bloques, mientras que está en el mercado la venta de pisos de los dos anteriores.