¿Quiénes fueron los responsables del vertido de toallitas que denunció un voluntario en Cádiz?

No ha hecho falta abrir una investigación para determinar quién, o mejor dicho, quiénes son los responsables o culpables del vertido que causó una gran acumulación de toallitas higiénicas en una playita a las puertas del parque natural de la Bahía de Cádiz, denunciado por redes sociales por un voluntario ambiental desbordado desbordadopor la impotencia de no poder hacer nada por combatirlo. Basta con sacar conclusiones de lo que se relata a continuación.

En declaraciones a este periódico, desde la gerencia de la empresa municipal Aguas de Cádiz han reconocido y explicado que se trata de la consecuencia del aliviado, del "vertido legalmente autorizado" y sistemático de la red de saneamiento de la capital gaditana cuando llueve con el fin de que no se colapse, y que arrastra, cada vez que se produce, toneladas de este tipo de residuos altamente contaminantes, porque no se degradan y se acumulan allí donde las lleva la marea. Eso, pese a los constantes esfuerzos de Aguas de Cádiz en la limpieza y en la mejora de la red de saneamiento y en concienciar sobre la necesidad urgente de que los vecinos dejen de tirar estas toallitas higiénicas por el váter.

La empresa municipal se ha comprometido a la limpiezade este recodo litoral de la Bahía de Cádiz, situado a las puertas del parque natural, a la entrada de la ciudad, muy cerca de la planta de transferencia de basura y del punto limpio, y al pie del sendero que conduce hasta las salinas de Santibáñez, en paralelo a la vía del tren.

Aguas de Cádiz va a solicitar a la Demarcación de Costas autorización y colaboración para intervenir con maquinaria en la retirada de toda esa acumulación de residuos mezclados con algas, adelantó a Diario de Cádiz su gerente, Jesús Oliden, quien explicó a este periódico las mejoras ya realizadas y las que están en proyecto en la red de saneamiento con el objetivo de minimizar al máximo el dramático impacto ambiental que está teniendo el uso cada vez más extendido de estas toallitas higiénicas no biodegradables, por mucho que el fabricante asegure que sí lo son y así lo refleje en el paquete.

En julio del año pasado, Aguas de Cádiz extrajo más de 132 toneladas de residuos sólidos, principalmente arena y toallitas higiénicas en la limpieza en profundidad de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) Alcalde Juan de Dios Molina, más conocida como La Martona. Y de las653,60 toneladas de residuos sólidos extraídas desde junio de 2018 hasta mayo de 2019 de la red de saneamiento, nada menos que 430,63 toneladas fueron de este tipo de artículo de aseo. Oliden calcula que se está recogiendo una media de 450 toneladas de toallitas al año. Y va in crescendo. Por eso, desde la empresa municipal vuelven a hacer un llamamiento a la ciudadanía a que no siga arrojándolas al inodoro y a que, si las usan, las depositen en una papelera de baño para llevarlas luego al contenedor gris.

El principal problema deriva del casco histórico de la ciudad, cuya red de saneamiento consiste un sistema unitario, es decir, que la red de pluviales, a la que va el agua de lluvia, y la de fecales, a la que van las aguas negras de las viviendas, son la misma conducción, a diferencia del de Puertatierra, que es separativo, explica Oliden. Así que, cuando llueve, todo el casco histórico vierte el exceso que no va a la depuradora por las salidas de pluviales autorizadas por la Junta de Andalucía. Las aguas procedentes de las precipitaciones mezcladas con las provinientes de cuartos de baño y cocinas salen por los aliviaderos de Lubet, Mirandilla y Cortadura.

A través de 13 estaciones de elevación, el agua llega a La Martona, y de allí, a la depuradora conjunta de Cádiz y San Fernando, que sólo admite un determinado caudal, que se sobrepasa cuando llueve mucho, y que hay que regular. En todo ese flujo van inmersas decenas, cientos de miles, quizá millones de toallitas higiénicasque se han tirado al váter. Algunas quedan atrapadas en los debastadores, una especie de rejillas, que se atascan por mucho que se limpien.

Para evitar todo esto se han acometido varias actuaciones de mejora, explica Oliden, entre las que destaca la de la estación de bombeo de Cortadura, con un presupuesto de 850.000 euros. Se han instalado bombas nuevas, se han mejorado las condiciones del bombeo y se han sometido a un sistema de telemando. Así, desde julio del año pasado, se incrementó en 500.000 metros cúbicos el volumen de agua llevado a la depuradora, de manera que el vertido a la Bahía se ha reducido en un 60%, asegura el gerente.

Además, gracias al nuevo canon de infraestructuras, después de la importante obra de Astilleros, está previsto que se recupere el antiguo emisario que va de la estación de Cortadura a dos kilómetros a mar abierto, de forma que ya no se vertiría en el saco de la Bahía, catalogado ambientalmente como una zona sensible, aclara el máximo responsable de la gestión de Aguas de Cádiz.

A raíz de la publicación del vídeo en este periódico, Jesús Oliden llamó al voluntario ambiental que denunció el vertido para explicarle en persona la causa, las actuaciones que están llevando a cabo y que se ejecutarán para minimizar el impacto e invitarle a que se sume, apoye o refuerce la campaña de concienciación que está impulsando la empresa municipal.