La presunta estafa por la venta de vehículos de segunda mano supera ya los 100.000 euros

La presunta estafa que el concesionario de vehículos de segunda mano y de ocasión América Km.0 habría cometido con varios de sus clientes y que está siendo investigada por la Policía Nacional supera ya los 100.000 euros. Esa es la cantidad que habría reunido el propietario de este negocio mediante las cantidades que cada cliente había adelantado para la adquisición de un vehículo de segunda mano y debido también al impago de varias deudas con proveedores y bancos.

El número de afectados por esta presunta estafa supera la decena, aunque la Policía estima que irán apareciendo más casos conforme avancen los días.

El primero en denunciar los hechos fue José Luis, un camarero de 52 años que se presentó en Comisaría el pasado 29 de diciembre. La pesadilla que hoy vive José Luis comenzó cuando lo prejubilaron de su trabajo y "me dio por sacarme el carné de conducir" y buscar un coche. Tras consultar en varios concesionarios recaló en América Km.0 "por mediación de un amigo que me llevó allí". Un Citroen C3 es el coche que eligió José Luis y por el que tenía que abonar 6.500 euros. "Me dijo que tenía que pagarle el dinero para pedir el coche", explica este afectado. Esta era una de las prácticas más habituales del empresario denunciado: pedía el dinero del vehículo por adelantado con la excusa de que tenía que adquirirlo en Madrid, en unos grandes stocks de coches de segunda mano que operan allí.

Cinco meses después de esperar la llegada de su Citroen, el vendedor ya no atendía sus llamadas; y luego llegó el cierre del local "por enfermedad", como sigue rezando hoy en la puerta. Y fue entonces cuando José Luis se decidió a denunciarlo. "Mis amigos y mis hijos me decían que me había engañado. Pero yo no quise creerlo", reconoce afectado este prejubilado que actualmente está pagando un crédito (7.600 euros sumados los intereses) todos los meses sin poder conducir su primer coche.

Curiosamente, algunos de los afectados por esta supuesta estafa ya eran clientes de este empresario y habían adquirido vehículos en ocasiones anteriores. Es el caso, por ejemplo, de Juan Luis, que ya había comprado allí una furgoneta que volvió a venderle el concesionario dos meses después. "Me entregó parte del dinero de esa venta, pero me faltaban 2.700 ó 2.900 euros que me dijo que me entregaría cuando vendiera un coche", cuenta Juan Luis. Finalmente, esos casi 3.000 euros los utilizó este gaditano para adquirir otro vehículo en ese concesionario, por el que tuvo que pedir un préstamo de 12.000 euros que ingresó en la cuenta del propietario del concesionario. Los cuatro meses siguientes el coche no le fue entregado, pero el empresario le estuvo pagando la letra del préstamo en ese tiempo. Días antes de Navidad, Juan Luis tuvo la última conversación con su vendedor, que le dijo que estaba en Madrid cerrando la operación para adquirir su vehículo (un Mercedes) y traerlo a Cádiz. Pero la clave llegó un día en que una clienta de Juan Luis dio a conocer el mismo problema con el mismo concesionario, por lo que Juan Luis denunció el caso en Comisaría.

Paco también era cliente habitual de América Km.0, donde había adquirido con anterioridad dos vehículos, por lo que jamás pensó que los hechos le vendrían como hoy cuenta. Él quería un Toyota Auris, por el que tuvo que entregarle 12.000 euros (que consiguió a través de crédito) en el mes de agosto. Además, le entregó su coche para que el concesionario lo vendiera a un tercero y le reportara un pequeño beneficio. "Me dijo que en unas tres semanas llegaría el coche", cuenta. Tiempo en el que se une a la operación un hermano de Paco, que cierra la operación para adquirir otro vehículo por el que pagó 7.700 euros. "Entonces me dijo que me esperara para traer los dos coches a la vez", cuenta, comenzando entonces un período de llamadas y espera que se prolonga hasta las pasadas fiestas de Navidad. La mujer del empresario fue el último contacto de Paco, justificando entonces el ingreso del denunciado en el hospital -ingreso que, según los denunciantes, sólo se produjo por un día y no por una estancia prolongada-. A día de hoy, Paco se conforma con haber podido recuperar, "al menos", el coche que entregó al concesionario en su día.

Paco ha ido reuniendo a la mayoría de los afectados, alrededor de diez, que ahora están estudiando la posibilidad de realizar una acción conjunta contra el empresario denunciado. Hoy, de hecho, tendrán una reunión con una abogada para estudiar el asunto. Aunque, como reconoce Paco, "cada uno es un caso diferente".

Normalmente, las cifras de cada caso rondan los 10.000 euros, lo que ofrece una idea de cómo resulta afectado cada víctima de esta supuesta estafa. En el caso de Benito, otro cliente de América Km.0, fueron 8.500 euros lo que entregó al concesionario para adquirir su coche, un Ssangyong. Benito tenía "buenas referencias" de esta empresa por amigos y familiares, y los dos años de garantía que ofrecía a los clientes fue lo que determinó su decisión. "Él me preguntó qué tipo de coche quería y lo consultamos a través de una especie de base de datos que tenía, porque el coche luego lo adquiría en Madrid. Por eso, me dijo que hasta que yo no le pagara él no podía comprarlo", cuenta Benito, justificando su actuación. El 27 de noviembre ingresó el dinero correspondiente en la cuenta bancaria de este empresario, que como en el resto de casos le aseguró que en veinte o treinta días estaría el coche en Cádiz. "Sobre el 18 de diciembre lo llamo y me dice que va a tardar algo más por las fiestas. Y a partir del 26 vuelvo a llamar y ya no coge los teléfonos", narra Benito, quien después de contactar un día con la mujer del empresario, el pasado lunes se decidió a denunciar su caso. "Yo creo que soy de los últimos", cuenta.

Todos estos afectados ven muy difícil que puedan recuperar los miles de euros que un día entregaron para tener un nuevo coche que nunca recibieron. Y esa pérdida económica, pero sobre todo los sentimientos de haber sido estafados, les ha hecho iniciar una lucha contra ese concesionario de la Zona Franca que ahora está en manos de la Policía.