“Los patólogos ponemos nombre y apellidos a los tumores para su mejor tratamiento"
Cristina ramos Guillén | Médico especialista en Anatomía Patológica
"Estamos como en la retaguardia, siempre en apoyo de clínicos y cirujanos, para que ellos puedan hacer su trabajo lo mejor posible"
"Es importantísimo que la gente se haga endoscopias para prevenir el cáncer colorrectal"
La doctora Cristina Ramos Guillén, XXVI Premio Doctor Antonio Rafael Rodríguez Moragues
El Cádiz CF y ASISA seguirán caminando de la mano
La noche del pasado viernes 24 de noviembre tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Cádiz, la entrega del Premio Doctor Antonio Rafael Rodríguez Moragues, que este año celebraba su XXVI edición. En esta ocasión el galardón ha recaído en la doctora Cristina Ramos Guillén, especialista en Anatomía Patológica, que forma parte del Grupo ASISA-HLA y de la Cooperativa LAVINIA desde hace más de 20 años, destacando por el amor a su profesión, su humanidad, entrega y gran capacidad de trabajo. Hizo entrega del reconocimiento a la misma el doctor Francisco Javier Rodríguez Moragues, delegado de ASISA en Cádiz y Ceuta y miembro del Consejo Rector de la Cooperativa LAVINIA.
La conferencia de apertura, titulada, ¿Por qué tratamos tan mal al Español, corrió a cargo del escritor y poeta gaditano Manuel Amaya Zulueta. Los doctores Lourdes y Antonio Rafael Rodríguez Fernández- Freire, fueron los encargados de iniciar y clausurar el acto, que contó con gran afluencia de público relacionado con el ámbito sanitario público y privado de la provincia.
Un día antes de la entrega del galardón, Diario de Cádiz conversó con la doctora.
–¿Qué supone para usted recibir este XXVI Premio Doctor Antonio Rafael Rodríguez Moragues?
–Un reconocimiento muy importante a una labor de muchos años y a una especialidad que es la Anatomía Patológica.
–¿Cuánto tiempo lleva trabajando en ella?
–28 años desde que entré en la residencia y 24 en los hospitales de HLA.
–Con este galardón reconocen “su amor a su profesión, su humanidad, su entrega y su gran capacidad de trabajo” ¿Qué otras cualidades debe reunir un buen patólogo?
–Todo eso y estar siempre predispuesto a ayudar a los clínicos y a los cirujanos. Nosotros estamos como en la retaguardia y siempre somos un apoyo para que ellos puedan hacer su trabajo de la mejor manera posible.
–Corríjame si me equivoco: Una especialista en Anatomía Patológica viene a ser una especie de detective científico encargado de ponerle nombre y apellido a la enfermedad a partir del análisis microscópico de los tejidos ¿Cuáles son sus funciones exactamente?
–Sí. Llegamos al diagnóstico desde todas las muestras que nos mandan, a través de su estudio microscópico, y hoy en día nos apoyamos también mucho en la biología molecular, que es lo que está haciendo que se tenga mucho éxito en el tratamiento de patologías, sobre todo oncológicas, que antes tenían un pronóstico bastante peor.
–¿Con qué tipo de patologías se encuentran más?
–Tenemos muchas patologías benignas, que son rutinarias, y luego patología inflamatoria y patología oncológica. Dentro de estas últimas predominan en Cádiz, por la exposición al sol, los tumores cutáneos, sobre todo de carcinoma basocelular. Y luego hay mucha patología oncológica de mama, de colon, mucha de próstata, que muchas veces es la gran olvidada. Nos centramos mucho en la mama, pero la próstata tiene también mucha incidencia. Entre las no oncológicas hacemos muchísimos estudios de ginecología y de digestivo. Hoy en día, con el programa de cribado del cáncer colorrectal, hay muchísimas revisiones de diagnóstico precoz a través de las endoscopias. Es importantísimo que la gente se haga endoscopias.
–¿Con qué frecuencia?
–Depende de la clínica que se tenga. En cualquier caso, quienes marcan las pautas de los protocolos son los digestivos. Pero sin sintomatología, por ejemplo, para el carcinoma colorrectal, se indica a partir de los 50 años. Si todo está normal en la primera colonoscopia, la segunda se puede retrasar hasta entre tres y cinco años. Pero si se encuentra un pólipo, la siguiente se adelanta un poco. Depende de los hallazgos que se tengan en la primera colonoscopia. Y los 50 años son para personas sanas sin antecedentes familiares de patologías de colon. Si los hay en un familiar directo, se adelanta la edad.
–La enfermedad ¿deja suficientes pistas siempre?
–Para el patólogo, sí, claro. Nosotros siempre encontramos la lesión. Lo que pasa es que muchas son simuladoras, se parecen a otras. Y ahí está nuestra labor de detectives para ponerles el nombre y el apellido correctos, para que tengan el mejor tratamiento posible.
–Porque casi siempre hablamos genéricamente de cáncer…
–Sí, y el cáncer es una palabra muy amplia que se refiere a un tumor maligno. Pero dentro del cáncer están los distintos tipos de tumores malignos epiteliales, los linfomas, los melanomas... y todo se considera cáncer en un grupo grande que es el del tumor maligno. Por eso es muy importante ponerle el nombre y el apellido correctos, porque de eso depende un diagnóstico certero y un tratamiento eficaz.
–¿Cuáles son los casos más complicados a los que recuerda haberse enfrentado?
–Casos muy complicados he tenido muchos…. Una lesión que aparentemente parece fácil de diagnosticar, depende como dé la cara, se puede complicar. Hasta que no te enfrentas a ella no lo sabes. Hay tumores que se parecen muchos unos a otros, lo que conocemos como indiferenciados, porque no tienen nada en concreto que los distinga de los demás. Entonces utilizamos técnicas especiales de Anatomía Patológica para poder definir la estirpe de ese tipo de tumor. Entre ellas están las técnicas de inmunohistoquímica [IHQ], que hacemos para ver si el tumor es epitelial, sin es linfoide, para ver qué tipo de tumor es. Y dentro de cada tipo de tumor, qué apellido tiene. Y una vez que está diagnosticado el tumor, la biología molecular ayuda mucho para saber el pronóstico porque nos marca bien las alteraciones genéticas que presenta y si tienen tratamiento. Algunas de ellas tienen tratamientos específicos que mejoran mucho el pronóstico de esos pacientes.
–“Guiamos con precisión a la mano que cura”, dicen ustedes desde la Sociedad Española de Anatomía Patológica. Imagino que la coordinación con el resto de los especialistas es vital para un buen diagnóstico y un buen tratamiento...
–Es fundamental esa coordinación y sobre todo es muy importante la existencia de los comités de tumor, que están compuestos por un equipo multidisciplinar donde las decisiones se toman en conjunto entre todos los especialistas.
–No debe ser fácil comunicar malas noticias a los pacientes y a sus familiares. Tampoco a los doctores que demandan sus estudios…
–Nosotros no tenemos ese trato directo con el paciente. Se lo comunicamos a los médicos y es una labor más fácil que la que luego tienen los clínicos y los cirujanos de comunicárselo al paciente y a los familiares.
–Es usted la primera mujer que recibe este premio desde su fundación ¿Cree que gozan de suficiente representación tanto en la profesión como en el sector sanitario privado?
–En la profesión estamos muy bien representadas. Hoy en día, en las Facultades de Medicina hay más mujeres que hombres y en los hospitales públicos, también. En la medicina privada no es así porque es muy sacrificada; hay que estar muchas horas y a la mujer le sigue costando más esa circunstancia. Estamos muy bien representadas dentro del mundo de la Medicina, pero no es tanto así en la privada, por lo menos en Cádiz, en mi experiencia personal.
–¿Querría añadir algo?
–Sí. Que este premio se le otorgue a un patólogo es muy importante porque da luz a la Anatomía Patológica, que es una especialidad muy desconocida para la gente común que los médicos aprecian mucho, pero los pacientes no saben cuál es su figura, cuál es su trabajo ni la importancia que tienen.
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