Cádiz

Dos paradas en la ruta del turismo del centro de Cádiz

  • Las tiendas Calzados Bernal y De Cadi-Cadi están entre los lugares favoritos de los visitantes, ejemplificando la incidencia del ‘boom’ turístico en muchos negocios del centro de la ciudad

La venta de productos oficiales del Cádiz C.F. es una de las grandes bazas de Calzados Bernal.

La venta de productos oficiales del Cádiz C.F. es una de las grandes bazas de Calzados Bernal. / Julio González

La ruta fija de los turistas en el casco histórico lleva muchos años bien delimitada. San Juan de Dios, Pelota, Catedral, Compañía, plaza de las Flores... y de allí, ramificaciones hacia el Mercado Central y La Viña o bien por Columela hacia Novena-Ancha o hacia San Francisco. Y entre estas calles y otras adyacentes existen establecimientos que con el boom del turismo, entre cruceros y visitantes nacionales, se han convertido en lugares muy demandados por quienes se acercan en verano a disfrutar de la ciudad. Hablamos con dos de ellos, negocios netamente locales.

Juan José Recio, propietario de la firma Bernal, con tres locales en la calle Pelota, lo tiene claro: “El auge de los cruceros supuso para nosotros un salto. Ahí nos dimos cuenta de que teníamos que enfocar los tres negocios hacia el turista”. Señala que antes del auge turístico de Cádiz “a las cinco de la tarde en verano no había un alma por la calle y ahora es todo lo contrario. Hemos tenido que ampliar el horario de verano cerrando más tarde de mañana y abriendo antes por la tarde”. Y si el día está nublado, el triunfo es absoluto. “Los días sin sol son los mejores porque los turistas no van a la playa y deciden dar una vuelta por la ciudad. La semana pasada hubo un día nublado y esto fue una feria”, argumenta.

Recio abrió Calzados Bernal hace 33 años y recuerda que él mismo se tomaba unas vacaciones de 15 días en agosto “porque Cádiz estaba muerto”. Ahora, sin embargo, “es imposible”. Además de los cruceristas el verano trae mucho turismo nacional. “La provincia se puso de moda y los que están parando en Conil, Chiclana o El Puerto siempre vienen un día a la capital y eso se nota. Este verano está viniendo mucho turismo nacional”, indica.

La tienda museo De Cadi-Cadi, en la calle José del Toro. La tienda museo De Cadi-Cadi, en la calle José del Toro.

La tienda museo De Cadi-Cadi, en la calle José del Toro. / Julio González

Los dos últimos veranos han sido muy fructíferos en cuanto a ventas, con alegría en los bolsillos después de la pandemia. Los extranjeros buscan en Bernal un producto como el calzado, más barato que en sus lugares de origen. “Somos competitivos en precios y también en marcas nacionales tenemos mejores tarifas que en otros sitios de España”, apunta. Además, los productos oficiales del Cádiz Club de Fútbol dan mucho juego en Bernal. “Cuanto mejor esté el equipo, mejor para nosotros”, reconoce.

En José del Toro número 12 se encuentra la Tienda Museo De Cadi-Cadi, que recoge en su interior infinidad de recuerdos de la ciudad ideales para los forasteros y para aquellos gaditanos en el exilio con morriña extrema. Javier Benítez, su propietario, recuerda que la apertura del negocio, el 5 de enero de 2012, fue “una apuesta arriesgada y muy personal para hacer algo diferente a lo que ya había”. Admite que le ha costado trabajado darse a conocer, pero poco a poco el local se ha convertido en un referente “en cuanto a artesanía, libros de temas gaditanos o recuerdos originales que no están hechos a granel. Seleccionamos mucho a los proveedores”.

Explica Benítez que el turismo nacional ha sostenido su negocio cuando, por culpa de la pandemia, dejaron de venir cruceros. Ahora, con los barcos de nuevo atracando en el muelle y la avalancha de visitantes de los dos últimos veranos, todo ha vuelto a su sitio. Eso sí, Benítez aclara que el público de Cádiz, en un 50 por ciento, es la base principal de la clientela. “No nos hemos despegado de la tierra porque tenemos muchos clientes, amigos y familiares que viven fuera, que siguen enganchados a Cádiz y nuestros productos les ayudan a mitigar un poco la nostalgia”, expone.

En este museo de lo gaditano los cruceristas buscan sobre todo “los recuerdos pequeños”. Pero Javier Benítez habla de otros visitantes distintos a los que vienen en cruceros. “Son los que pernoctan en apartamentos y hoteles, que huyen del souvenir típico porque aquí encuentran otras cosas. Monté la tienda que yo querría encontrarme cuando viajara”, afirma. Entre el género destacan las camisetas con diseños propios. “Funcionan muy bien porque las enviamos online a muchos gaditanos que están fuera”, añade.

Más allá del comercio hay otros lugares del centro con mucho predicamento entre los turistas. Así, no es difícil encontrar una cola en Casa Hidalgo, reino de las empanadas en la plaza de la Catedral. El Mercado Central se llena de forasteros que se hartan de fotografiar los pescados, aunque el consumo es mínimo por razones obvias. En cuanto a la hostelería, la freiduría Las Flores o el Bar Andalucía son fijos para el aperitivo o el almuerzo. Tampoco se pueden quejar hosteleros de la Catedral o de lugares como los alrededores de la Plaza y La Viña.

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