Varias empresas se han presentado al concurso para la recuperación de una parte de la muralla de Cádiz. Es noticia doble: primero porque se reactiva este proyecto que llevaba años parado por falta de financiación del Estado; y segundo, porque en esta ocasión sí han acudido constructoras a esta convocatoria pública, al contrario de lo que está ocurriendo con otras operaciones.

A principios de este mes terminó el plazo de presentación de las propuestas que ahora valoran los técnicos de la Dirección General de Costas, organismo que asume este proyecto aunque el mismo debería de estar en manos del Ministerio de Cultura.

La previsión es que la adjudicación definitiva se efectúe en una semanas por lo que las obras podrían iniciarse a principios de 2023. Se llega así casi al borde del precipio, con la campana a punto de tocar tras el avance en el deterioro de todo el conjunto.

El plazo de ejecución se fija entre 8 y 10 meses, con un coste inicialmente previsto cercano al millón de euros.

La reanudación de la recuperación de los lienzos de la muralla exterior, siguiendo el proyecto aprobado en 2015 que se paralizó al poco de iniciarse, se va a centrar en esta fase en los tramos comprendidos entre los baluartes de Capuchinos y Los Mártires, la conclusión del entorno de Santa Catalina y punta de Bonete y Santa María del Mar hasta concluir en la zona inferior del baluarte de San Roque (que superior corresponde al Ayuntamiento).

A la vez que se culmina el proceso administrativo para la ejecución de estas obras, Costas tiene también en marcha la actuación en la muralla del Campo del Sur, en la zona de la Mirandilla.

En este caso se ha optado por contratar a la empresa pública Tragsa para ejecutar los trabajos, para agilizar los trámites administrativos. Con ello, las dos obras se ejecutarán a la vez. El coste ronda los 800 mil euros, pendiente de la financiación del 2% cultural.

Una parte del paso peatonal de la zona de la Mirandilla ha estado cerrada a la circulación tras aparecer grandes grietas en el lienzo de la muralla. Costas indicó en su momento que no existían problemas de hundimiento al ser una zona de rellenos posterior a la edad de la propia fortificación, aunque al final se ha adelantado esta actuación.

Volverá a ser la Dirección General de Costas la que asuma la financiación y ejecución de estas obras, una vez que el Ministerio de Cultura sigue sin implicarse en la recuperación del patrimonio histórico de la ciudad. Eso sí, hasta que no autorizó esta actuación el pasado mes de septiembre, el Ministerio de Transición Ecológica no ha podido poner en marcha el proceso de contratación de los trabajos a ejecutar.

En este caso, se van a regenerar los elementos estructurales, es decir, los paños de los muros mediante la recuperación de secciones constructivas con materiales compatibles; y se va a reparar y mejorar el sistema de drenaje mediante la colocación de caños o gárgolas que permitan eliminar las aguas sin formar escorrentías por los pavimentos.

Por otra parte, se van a recuperar los elementos arquitectónicos funcionales; como impostas, albardillas y alféizares; se van a retirar los elementos incompatibles existentes que favorecen el deterioro de la muralla; y se van a consolidar y proteger todas las zonas dañadas o susceptibles de alteración.

Tras años de retraso, el Estado considera ahora que "se tratan de actuaciones de alta prioridad y que constituyen una necesidad, tanto por cuestiones de seguridad como patrimoniales".

En 2019, el proyecto de restauración de la muralla, firmado por Patricio Poullet, jefe de la Demarcación de Costas en Cádiz, fue galardonado con la primera edición del Premio Nacional de la Obra Pública ‘Carlos Fernández Casado’.