El obispo delega en el Secretariado cualquier decisión sobre el Perdón

La mediación del alcalde ante el anuncio de suspensión de la salida por parte de la cofradía del Perdón -adelantada por este periódico ayer- abría una pequeña puerta a la esperanza con respecto a la próxima Madrugada; una posibilidad de que la situación provocada en estos meses y ratificada el lunes con el anuncio hecho por la cofradía fuera reversible. Pero al parecer todo sigue igual. Tras la conversación telefónica que el alcalde y el obispo mantuvieron el jueves en relación a este asunto, desde el Obispado se cerraba ayer filas en torno a la decisión que los distintos organismos cofradieros han tomado hasta ahora.

El obispo insistía, como ya ha hecho en alguna ocasión anterior, la última de ellas esta misma Cuaresma, que "el órgano episcopal responsable de las hermandades y cofradías es el Secretariado". Y con estas palabras, Rafael Zornoza quiso significar que aunque ha seguido muy de cerca toda la polémica en torno a la cofradía no ha intervenido en ningún momento "puesto que corresponde al Secretariado, que, además, es el que lleva meses trabajando en el tema".

De este modo, el círculo de Zornoza cierra la puerta a la posibilidad de que el obispo intervenga de algún modo para dar solución a un problema que, en definitiva, privará a la Semana Santa de Cádiz de tener a la cofradía del Perdón en la calle. Y es que había quien pensaba que la acción del obispo podría ser a estas alturas la única posibilidad de reconducir la situación; pero esto no se va a dar.

De este modo, los únicos movimientos que en torno al Perdón y su renuncia a salir a la calle la próxima Semana Santa han venido de manos del alcalde de la ciudad, que respetando la decisión de la cofradía y del Consejo de Hermandades ha establecido contacto en los últimos días con la junta de gobierno de la hermandad, con el presidente del Consejo y con el obispo de la diócesis, mostrándoles su preocupación por la situación -teniendo en cuenta el modo en que puede afectar a la ciudad que esa noche de procesiones no esté en la calle el Perdón- y ofreciéndose a colaborar o mediar en aquello que fuera necesario.

Todo sigue igual, por tanto, en torno a la cofradía del Perdón, con el inconveniente añadido de que el tiempo cada día juega más en contra de una posible solución de última hora.