Reacciones a la muerte del obispo emérito

El obispo de Cádiz: "Antonio Ceballos era un hombre muy humilde"

Los tres últimos obispos de Cádiz: Antonio Ceballos, Rafael Zornoza y Antonio Dorado.

Los tres últimos obispos de Cádiz: Antonio Ceballos, Rafael Zornoza y Antonio Dorado. / Joaquín Hernández Kiki

El obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, ha asegurado tras la muerte del obispo emérito, Antonio Ceballos, que para la diócesis "y para mí es una tarde con un dolor profundo por el afecto que siempre nos hemos estado profesando". Así, ha afirmado que se siente consternado "por una muerte repentina porque, aunque sabíamos que estaba delicado y que estaba perdiendo algunas facultades, se ha precipitado su fallecimiento".

Rafael Zornoza ha dicho de su predecesor a frente de la Diócesis que era "un hombre muy humilde, bueno, un santo, un ejemplo de vida evangélica y una persona que sabía ejercer a la perfección su labor de pastor".

En este sentido, ha señalado que Antono Ceballos ha dejado una "profunda huella" en todos aquellos sitios en los que ha estado, "desde su Jaén natal, Ciudad Rodrigo, que fue el primer lugar en el que estuvo como obispo, y en Cádiz y Ceuta hasta que en el año 2011 presentó su renuncia al Santo Padre".

El obispo ha pedido una oración por su descanso eterno pero también de agradecimiento "por esta entrega que ha tenido y de la que nos hemos podido beneficiar por su labor pastoral".

Sobre el legado de Ceballos en la diócesis, ha asegurado que "le tocó vivir unos años de transición después de Concilio Vaticano II. Su período estuvo marcado por el Sínodo del año 2000 del que salieron muchas normas para reordenar la vida de la diócesis en muchos ámbitos. Ceballos dio un impulso pastoral fraternal, trajo el seminario y tomó decisiones muy importantes". 

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