Con millones de granitos de arena
202 años de la constitución de Cádiz. Conferencia
El guatemalteco Luis Von Ahn narra su experiencia como fundador del Captcha y presenta Duolingo, una manera de aprender inglés gratis mientras que se ayuda a los demás, sin saberlo
Hace muy pocos meses, el presidente de Estados Unidos Barak Obama le otorgaba el premio de joven destacado en la ciencia e ingeniería. El guatemalteco Luis Von Ahn, a sus 39 años, es ya todo un influyente personaje mundial en el mundo de las nuevas tecnologías.
"¿Quién no ha perdido 10 segundos por mi culpa?", se preguntaba Von Ahn para recordarle al auditorio en qué consiste su sistema de identificación informática a través del cual demostramos que somos personas y no sistemas informáticos maliciosos o spam. Son esas molestas letras distorsionadas que debe teclear para confirmar que no es usted un robot.
Von Ahn vino invitado a Cádiz a participar en una charla coloquio en la Casa de Iberoamérica, horas antes de recibir el Premio Iberoamericano Joven Emprendedor Cortes de Cádiz 2014.
El también doctor en Ciencias de la Computación de la Universidad Carnegie Mellons es el visionario (el prefiere llamarse emprendedor) que ideó hace ya varios años ese método de autentificación capaz de ganar la confianza de una web.
A día de hoy, 200 millones de personas al día teclean en Internet esos caracteres aparentemente sin sentido para comprar entradas de cine o para adquirir un boleto de lotería, o simplemente para introducir un voto. Esas 200 millones de personas, sin saberlo, o a veces sabiéndolo, están aportando un granito de arena a la consecución de un objetivo final, siempre relacionado con la educación y la cultura.
En el caso del captcha, el usuario es obligado, para identificarse, a teclear dos palabras. Una realmente no tiene sentido. La otra sí lo tiene. Con esa acción, granito a granito, persona a persona, están ayudando a digitalizar libros, cuyo contenido, por su antigüedad, son difíciles de transcribir sin la ayuda de una persona.
Pues eso, sin saberlo, en esos 10 segundos aparentemente perdidos se digitalizan miles y miles de libros al año.
Este sistema, que pasa siempre tan desapercibido, le ha aportado a Luis Von Ahn "un buen pellizco", que podría rondar los 15 millones de dólares, tras la compra del sistema por parte de Google. El famoso buscador de Mountain View usa sus digitalizaciones para dar contenido a su Google Book o a su Google News.
Pero Von Ahn "vende" ahora allá por donde va un sitio web destinado al aprendizaje gratuito de idiomas: Duolingo. Es gratis pero el guatemalteco no hace nada a cambio de nada, de manera que, mientras el usuario está aprendiendo, está aportando aquí también su granito. Sin darse cuenta, a medida que avanza en su aprendizaje está ayudando a traducir páginas web u otros documentos.
Este sistema se centra básicamente en el inglés, español, francés, italiano, alemán y portugués, pero ya ha creado una "incubadora" en la que ya se plantea el aprendizaje del chino, japonés o del coreano.
Luis Von Ahn ideó con 12 años de edad un gimnasio en el que el cliente, sin pagar, podía hacer ejercicio. Mientras pedaleaba estaba generando energía eléctrica que le podía aportar buenos dividendos. Von Ahn es especialista en vender sueños.
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