Los números nunca son exactos. O a veces lo son pero tienen distintas lecturas y cada cual tira de los mismos según sus intereses.

A veces se lanza un número en plan triunfalista y acaba estrellándose, como le pasó al PSOE con los 800.000 puestos de trabajo que iba a crear cuando llegó al poder nacional el 1982. O los 5.000 del PP en la Zona Franca.

A veces la diferencia con la realidad es mínima, por lo que se perdona, se deja pasar. Pero otras, la distancia entre el número proclamado y el correcto es de tal calibre que acaba poniendo en evidencia a quienes han defendido la cifra errónea.

Hace unos días, analizando el desarrollo del verano en Cádiz, espectacular en cuanto a ocupación hotelera, con llenos en sus bares y restaurantes y con una animación callejera cercana a los tiempos previos a la pandemia, desde el Ayuntamiento se trasladaron varias cifras con las que se quería apuntar el excepcional verano en la capital a partir de datos aportados por Cádiz Centro Comercial y, a la vez, advertir que hay que ser prudentes para no colapsar la ciudad con tantos visitantes.

Se aportaron varios datos: en julio, 1.206255 visitantes, que llegaron a 1.286.328 en agosto. También se abundó en los visitantes al Mercado Central, con 214.397 en julio y 231.932 en agosto.

Para todos estos datos se utilizaron diversos medidores que hay en la vía pública, tanto municipales como gestionados por la Asociación Cádiz Centro.

Datos que se trasladaron sin pasar por ningún tamiz. En bruto, hasta el punto de anunciarse que la ciudad había tenido más de un millón de turistas por mes.Un simple análisis de estas cifras nos hace ver que son irreales. Por una parte la ocupación hotelera, que es la que marca buena parte de las estancias de los turistas en la ciudad.

Entre hoteles, pensiones, hostales, apartamentos y viviendas turísticas la ciudad cuenta con 12.000 plazas. Supongamos que todas estas cubiertas y que los turistas son de un solo día. Es decir, que cada jornada se vacían y se llenan estos alojamientos, lo que es algo absurdo. Con esta hipótesis, el número de usuarios se hubieran elevado cada mes a 360.000 turistas.

Quedan por buscar los 840.000 restantes. Este año no ha llegado ni una media docena de cruceros; tampoco han funcionado a pleno ritmo los trenes (cercanías, media distancia y largo recorrido) ni los interurbanos, lo que resta todo varias decenas de miles de posibles turistas.

La ciudad sí cuenta cada año con un número indeterminado de pisos que son de segunda residencia o de alquiler veraniego sobre todo en el Paseo Marítimo. Pero ni convirtiéndolos en pisos pateras se alcanzarían estos cientos de miles de visitantes.Y por último, tampoco se ha producido una llegada masiva de coches y autobuses de servicios especiales para pasar un día en la ciudad.

Además, en este millón de personas detectadas por las máquinas, así como en el Mercado, se incluyen a los propios vecinos de la ciudad; no se discrimina si alguien pasea varias veces por el mismo sitio, o si quien va al mercado es un gaditano para hacer la compra de la semana o un turista. Este simple análisis ya debería de haber descalificado las sorprendentes cifras aportadas.

Pero hay más. Acudamos a los datos del INE, que cuenta mes a mes el número de los usuarios de los hoteles de cada ciudad del país (no de los apartamentos y pisos turísticos). En julio se contabilizaron 22.614 (aún no hay datos de agosto). Teniendo en cuenta que los pisos turísticos triplican en plaza a los alojamientos tradicionales, podríamos hacer una estimación de 66.000 visitantes más: en total 88.000 personas. Muy lejos del millón.

Más turistas que en Sevilla

¿Hace falta más? Sevilla sí hace un control muy estricto y profesional del número de turistas que visitan su ciudad.

2019, antes de la pandemia, fue un año récord en toda España y, por supuesto, en la capital hispalense. En agosto de ese año el Ayuntamiento de Sevilla informó del número de turistas que había visitando la ciudad en el primer semestre del año, de enero a junio.

La cifra llegaba a 1.556.946 personas en medio año. Es decir, apenas 300 mil más que los acumulados por Cádiz en un solo mes de 2021. Una de las capitales de referencia del turismo en España, con una de las plantas hoteleras más potentes, presente en todas las rutas de viajes... acaba teniendo menos visitantes en seis meses de un año récord que Cádiz en apenas treinta días en plena recuperación de la pandemia.

Aún más. Podríamos ver cuántos turistas visitaron la ciudad de Cádiz a lo largo del exitoso 2019. En cuanto a estadísticas oficiales podemos utilizar las que ofrecen el INE y el Observatorio de Diputación que indican que en doce meses los hoteles de la capital recibieron 268.268 visitantes. A ellos podemos sumar los que llegaron a Cádiz a bordo de los cruceros: 475.446. Y aunque no es un dato oficial sí se cuentan cojn las cifras que maneja el propio sector, en este caso el de viviendas turísticas, que indicaron en su momento que en las mismas se alojaron, durante 2019, 150.000 personas.

Entre todos casi 900.000 visitantes... en doce meses. Se les podrían añadir el turismo de un día (de playa o en los carnavales, más que ya tiene su segunda residencia en Cádiz), por lo que la capital superó el millón de visitantes en el conjunto de todo 2019, siempre lejos del millón por mes en este verano.

Y otro posible análisis. Con la cifra dicha para estos meses de julio y agosto, se llega a unas 40.000 personas extras por día residiendo en la ciudad. Junto a ellos, los 115.000 gaditanos que aquí residen (menos lo que se fueran de vacaciones a otra parte) y quienes cada día acuden a la capital para realizar diversas gestiones administrativas, sanitarias, laborales o comerciales. Todo ello supondría unas 200.000 personas metidas en los 4,5 kilómetros cuadrados de suelo residencial de Cádiz. ¿Habrían cabido de ser un dato real?