Cádiz

El juez decano de Cádiz sobre la clausura de los juzgados de San José: “Se podría haber hecho algo antes de llegar a esta situación”

Antonio Rodríguez, en su despacho del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 2 de Cádiz.

Antonio Rodríguez, en su despacho del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 2 de Cádiz. / Lourdes de Vicente

La Junta de Andalucía anunció este jueves el cierre de los Juzgados de San José de la capital gaditana por el pésimo estado en el que se encuentra el edificio donde se alojan. La clausura del inmueble, conocido como Los Balbos, afecta fundamentalmente a los Juzgados de Instrucción y de Primera Instancia, cuyos juicios se reorganizarán en las distintas sedes judiciales de la ciudad. Asimismo, la Consejería de Justicia asegura que está dotando de los medios materiales y técnicos necesarios a los funcionarios de los juzgados afectados para teletrabajar. Además, ha recolocado el Juzgado de Guardia en la sede judicial del estadio Nuevo Mirandilla, donde comenzará a funcionar a partir del próximo lunes.

El juez decano de Cádiz, el magistrado Antonio Rodríguez, ve luces y sombras en el desalojo de los Juzgados de San José. Por una parte, valora que se vele por la seguridad de los trabajadores de estas oficinas pero, por otra, lamenta que se haya tenido que llegar a una situación límite como es el cierre de la sede, lo que, a fin de cuentas, va a repercutir de forma negativa en el servicio público que se ofrece a la ciudadanía.

"Que la actividad judicial se paralice nunca puede traer una valoración positiva porque este parón supone molestar a mucha gente que tiene sus pleitos pendientes. Entraña una dificultad añadida para el ciudadano, teniendo en cuenta que la Junta de Andalucía ha previsto que el informe de afección de las estructuras del inmueble esté, en principio, en diez días", explica el juez decano.

Este desalojo responde a una inspección de Trabajo que se llevó a cabo el jueves pasado a raíz de una denuncia del sindicato Staj. "Yo asistí junto con arquitectos y otros técnicos de la Junta. Allí comprobamos que los bajos del edificio están apuntalados y en bastante mal estado. Además, el antiguo mercado de abastos que se emplazaba hasta hace poco allí -y que no es propiedad de la Junta, si no de una comunidad de propietarios- está en una situación de abandono e insalubridad increíbles. Todo ello ha provocado que en el edificio judicial hayan aparecido insectos y algún roedor", comenta el también titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Cádiz.

Ante este panorama, la Inspección de Trabajo requirió a la Junta para que, por motivos de seguridad de los trabajadores, realizara un informe sobre la estructura del edificio y esto es lo que ha empujado a la Consejería a paralizar la actividad judicial en San José.

"Evidentemente, valoramos de forma positiva que se desaloje el edificio en el sentido de que la seguridad de los compañeros es lo más importante. No sabemos si el inmueble está bien y si existen dudas sobre su viabilidad, lo normal es que se clausure, se compruebe si está en condiciones y se realicen las obras oportunas para continuar la actividad en él", afirma Antonio Rodríguez.

"Ahora bien, apostilla el magistrado, ya veníamos advirtiendo hace mucho tiempo que el edificio de Los Balbos está en muy mal estado. Es una sede antigua en la que se dan condiciones de insalubridad, tiene los bajos apuntalados, las ventanas y las puertas que se caen... Todo esto responde a una carencia de inversión y a las promesas incumplidas respecto a la Ciudad de la Justicia, lo que al final ha desembocado en la paralización de un servicio público en el que el gran perjudicado es el ciudadano, que verá retrasado su procedimiento. Para la judicatura también es un perjuicio, aunque vamos a intentar salvar los juicios como se pueda". 

El juez decano de Cádiz concluye que es positivo velar por la seguridad de los trabajadores "pero la verdad es que se podría haber hecho algo antes y no tener que llegar a esta situación".

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