José Bohórquez recibe el Premio Federico Joly con la humildad de una generación

El empresario jerezano dio una muestra del carácter de los hombres de su tiempo con un discurso donde optó por poner el foco en los logros de la sociedad de una era más que en los méritos personales que fueron, y son, incontables

“El premio es un reconocimiento a la generación de la Transición”

José Bohórquez Mora-Figueroa, IX Premio Federico Joly, durante el acto de entrega del galardón.
José Bohórquez Mora-Figueroa, IX Premio Federico Joly, durante el acto de entrega del galardón. / Jesús Marín

Aunque el listado de méritos que hacen de José Bohórquez Mora-Figueroa (Jerez, 1935) un más que digno merecedor del IX Premio Federico Joly, que otorga Diario de Cádiz con el patrocinio de la Fundación Unicaja, el veterano empresario, fundador de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Andalucía (Asaja), de la CEOE, de la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz y hombre clave en la modernización del campo andaluz y en su relación con Europa, insiste en utilizar el adjetivo de “inmerecido” cuando recibe con humildad un galardón que brinda a toda su generación, “la generación silenciosa”.

“Hoy es para mí un día de agradecimientos, no de merecimientos”, declama con el corazón –ese que se busca con la mano en más de un momento de su discurso– el veterano empresario ante cerca de las trescientas personas que quisieron acompañarlo en “un acto inolvidable” que tuvo lugar este lunes en el Parador de Cádiz y que, como el distinguido reconoció, “actúa de estímulo para todos aquellos que dan lo mejor que tienen en favor del común”.

Y en el común piensa Bohórquez Mora-Figueroa. Ahora, con sus bien llevados 90 años que le permiten estar al pie del cañón de la actualidad de su sector; hace casi ocho décadas, cuando con 17 años tomó las riendas de la empresa familiar; años después, cuando le tocó posicionarse en el momento social y político más convulso de la historia de España donde, como procurador de las Cortes franquistas, no dudó en seguir los aires de libertad materializados en la Transición; y en el común también pensó en su ferviente defensa de la entrada de España en Europa.

“Yo pienso que este Premio se otorga a la forma de ser y de actuar de mi generación, de la que soy un privilegiado superviviente, por lo que no os voy hablar de mí, pero sí quiero hablar de mi tiempo”, se agarraba el premiado de nuevo a ese común de personas, en el fondo, nada comunes vistas a la luz de los años, para contar cómo unas palabras contenidas en aquella instrucción pastoral del año 1967 del obispo Añoveros –“muchos obreros agrícolas por temor a las represalias de los propietarios no reclaman sus derechos”– le “marcarían para siempre”.

Una “anécdota” que José Bohórquez quiso compartir durante su discurso –plagado del nosotros, ausente del yo– para, de alguna forma, explicar cómo, a partir de entonces, se dedicó “a promocionar y reivindicar la figura real del empresario agrario andaluz hasta entonces confundida con el estereotipo de señorito o terrateniente”. Fruto de aquel empeño, sí, germinaría la famosa frase de su autoría que también quiso plantar en la memoria de los asistentes a este día feliz: “El señorito es una especie vías de extinción por la que no llorará ningún ecologista”.

Pedro Pérez-Llorca, José Manuel Domínguez, Bruno García, José Joly, José Bohórquez, Antonio Sanz, María José García-Pelayo y Hernán Cortés, en el IX Premio Federico Joly.
Pedro Pérez-Llorca, José Manuel Domínguez, Bruno García, José Joly, José Bohórquez, Antonio Sanz, María José García-Pelayo y Hernán Cortés, en el IX Premio Federico Joly. / Jesús Marín

No fue la única de su abundante cosecha. Así, el presidente del jurado del Premio Joly, el reputado pintor Hernán Cortés, recordó otra de las lapidarias reflexiones del galardonado –“nunca me arrepentiré de aquel haraquiri. Es lo que necesitaba España”– para dar cuenta del carácter visionario del jerezano con el que mantiene amistad desde el año 1993.

Un hombre que “ha consagrado su vida a modernizar las estructuras agrarias, a mejorar las condiciones del trabajo y a luchar de forma incansable”, le reconocía el portavoz del jurado que se encargó de glosar la trayectoria del homenajeado y, con mucho cariño, hasta desdecirle en su modestia.

“Permíteme que añada, querido amigo, que con este premio, por supuesto se homenajea a una generación en tiempos baldíos para ciertos recuerdos y reivindicaciones, pero se trata de una generación en la que tú eres un miembro muy destacado, fundamental para nuestra tierra gaditana, que has sabido valorar y defender como pocos. Te lo debemos”, apuntaba Cortés que momentos antes lo definía como “conocedor a la perfección”, “protagonista de la evolución de nuestra tierra” y como “uno de aquellos valientes procuradores que votaron a favor de la reforma política que impulsó Adolfo Suárez, según los deseos del rey Juan Carlos”.

De esta época habló el propio José Bohórquez que representaba en las Cortes a los agricultures y ganaderos de Andalucía, Extremadura y Canarias, durante dos legislaturas hasta que en las Cortes Constituyentes democráticas “me dieron la oportunidad de vivir y colaborar en el nombramiento de Don Juan Carlos como Príncipe con derecho a sucesión, la Ley para la Reforma Política o la Ley de Libertad de Asociación o Sindicación”, recordaba.

Y es que, como señalaba con buen criterio José Manuel Domínguez, presidente de la Fundación Unicaja, Bohórquez ha sido una “figura clave” en buena parte del amplio “arco histórico de 90 años” plagado de “cambios y transformaciones” que, en no pocas ocasiones, ha liderado “con una capacidad de anticipación y adaptación a las circunstancias del entorno”, “desde un férreo compromiso con su tierra”, y “como promotor incansable del asociacionismo empresarial”.

Además, el representante de la fundación bancaria patrocinadora de este premio, que estuvo acompañado del director general de la Fundación, Sergio Corral, también lo ha distinguido como “un eficaz negociador de las políticas agrarias comunitarias” y ha defendido que sus conocimientos lo convertirían en un valioso activo “en una coyuntura de reforma de los programas presupuestarios de la Unión Europea”.

Sergio Corral y José Manuel Domínguez, de la Fundación Unicaja.
Sergio Corral y José Manuel Domínguez, de la Fundación Unicaja. / Jesús Marín

De hecho, el propio José Bohórquez Mora-Figueroa mencionó en su discurso, no sólo el trabajo “febril” en los años 70 de aquella “generación silenciosa (1926/1945) para “modernizar económica y socialmente el país” con los Planes de Desarrollo de los últimos gobiernos del tardo-franquismo, sino también la mirada ansiosa por “una naciente Unión Europea a la que tratábamos de parecernos para integrarnos”. Así, habló con entusiasmo de esos primeros tiempos de la Europa en construcción, pero tampoco quiso ser complaciente y no dudó en alertar de “las nubes en el horizonte” que el empresario viene detectando desde principios de este siglo.

“Aunque las tesis de izquierda habían sido vencidas en todos los frentes, sus militantes sin renunciar a sus convicciones, pero ocultándolas, lanzan disfrazados de progreso falso, un ataque perfectamente planeado de destrucción de la familia conservadora y su sustitución por el Estado”, valoró para, rápidamente, reconducir sus palabras a la senda del agradecimiento –a sus hijos, a su mujer, a todos los amigos presentes– en este día donde también hubo bonitas palabras para la labor de la prensa escrita – “¿cómo sería una sociedad cuya única fuente de información fueran sólo las redes sociales, con el añadido de distorsiones producidas por la Inteligencia Artificial?– y a Diario de Cádiz “como el máximo representante de la prensa escrita de la provincia por su información y su presencia diaria”.

De manos del editor de este periódico, y del resto de cabeceras que componen el Grupo Joly, José Joly Martínez de Salazar, y del presidente de la Fundación Unicaja recibió José Bohórquez este IX Premio Federico Joly, que mira a una generación, y a un hombre, capaces de hacer gestos políticos y sociales de una generosidad que, si no impensables, se antojan como infrecuentes en nuestro tiempo.

Jose Manuel Domínguez: "Es inspirador para las generaciones actuales y venideras"

José Manuel Domínguez, presidente de la Fundación Unicaja.
José Manuel Domínguez, presidente de la Fundación Unicaja. / Jesús Marín

José Manuel Domínguez, presidente de la Fundación Unicaja, se mostraba muy “satisfecho” en su debut en el acto de entrega del premio que patrocina y que otorga Diario de Cádiz. Y es que José Bohórquez Mora-Figueroa, IX Premio Federico Joly, no sólo asumió “un papel crucial en la modernización de uno de los sectores más arraigados en la estrucutra productiva gaditana, el agropecuario”, sino que “ha sido portador de un marcado espíritu empresarial que ha sabido aplicar en todo momento en beneficio del desarrollo económico de su provincia”. “Nuestro reconocimiento por haber dejado ese inagotable rastro modélico e inspirador para las generaciones actuales y venideras”, destacó.

José Joly: "Pepe Bohórquez es un fuera de serie en toda regla"

El presidente del Grupo Joly, José Joly Martínez de Salazar.
El presidente del Grupo Joly, José Joly Martínez de Salazar. / Jesús Marín

“Pepe Bohórquez es una infrecuente mezcla de inteligencia, integridad, carácter, criterio, bondad, cordialidad, modestia, disciplina, buena educación, sentido de humor... Un fuera de serie en toda regla, todo un señor, como se ha dicho toda la vida, como empresario, como hombre público y como padre de familia”. Con esta hermosa declaración el presidente del Grupo Joly, José Joly Martínez de Salazar, celebraba la elección del IX Premio Federico Joly, un galardón que rinde honores al fundador de Diario de Cádiz, la madre de su grupo empresarial, y, de alguna forma, al lema de aquella portada del primer periódico que salió a la calle el 16 de junio de 1867: “Independientes por carácter”.

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