Un homenaje a los decanos

El Aula Magna de la Facultad acogió una mesa redonda donde afloraron recuerdos y vivencias

De izq. a dcha. Rafael Sánchez, Manuel Arcila, Jacinto Espinosa, Eduardo González, Francisco Vázquez y Juan López.
Maribel Gutiérrez Cádiz

15 de octubre 2015 - 01:00

Era la ocasión ideal para rendir tributo a los decanos que han formado parte de la historia de esta facultad desde su traslado, hace 25 años, a la actual sede, en la avenida Doctor Gómez Ulla. Por eso, el Aula Magna abrió sus puertas para reunir a los ex dirigentes y al actual decano.

El rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, presidió una mesa redonda en la que participaron Juan López (decano 1991-1999); Rafael Sánchez (1999-2004); Francisco Vázquez (2004-2005); Manuel Arcila (2005-2013) y Jacinto Espinosa (2013-actualidad).

Juan López recordó como en su etapa se buscaba que "el Decanato estuviera abierto a la comunidad universitaria y a la sociedad gaditana", porque era consciente del papel que jugaba la Facultad "como foro de encuentro". Señaló que el momento más duro que pasó fue cuando "los estudiantes montaron una huelga para pedir más aulas" y recalcó con orgullo que "todo el mundo venía a nuestra biblioteca porque era la envidia del resto de facultades: teníamos 70.000 volúmenes catalogados y 5.000 sin catalogar".

Tras ocho años en el puesto, le sucedió Rafael Sánchez, quien comenzó su intervención afirmando que "las cosas malas de mis cinco años de mandato han desaparecido. Los que sí siguen vivos son los afectos y los recuerdos". En su papel como decano hubo que lidiar con "la reforma de los planes de estudio de 2003, la implantación de la autoevaluación de las titulaciones, la obra del edificio anexo" y apuntó que "sin un personal entregadísimo no habríamos conseguido nada".

Francisco Vázquez solo fue decano un año, por eso se autodenominó "Francisco o Paco El Breve", sin embargo comentó que se trató de "una etapa intensa. Fue un periodo de transición hacia el Espacio Europeo de Educación Superior o Plan Bolonia". A pesar de su corto paso, lo califica como "una experiencia inolvidable por la que solo tengo gratitud".

En 2005 llegó al cargo Manuel Arcila, quien dijo estar rodeado de sus maestros y aseguró que quiso ser decano "por ser un inconsciente y por mi vocación de servicio público" e incidió en la idea de que la Facultad "estuviera abierta a la universidad, al sistema universitario y a la sociedad". Su etapa "fueron tiempos de cambios. Me tocó lidiar con novedades como la autoevaluación, las memorias, los sistemas de calidad y el paso de licenciatura a grados y másteres".

Jacinto Espinosa, el actual decano, subrayó que "hemos ido creciendo a la par que este edificio" y recalcó que su intención a la hora de organizar este acto era "rendir homenaje a los cuatro ex decanos vivos".

Por último, el rector, Eduardo González Mazo, tomó la palabra para indicar que "este edificio no sería nada sin su capital humano" y reivindicó la Facultad de Filosofía y Letras como "el epicentro de los estudios humanísticos de la UCA y un referente nacional e internacional". Destacó que "siempre he visto esta facultad como la esencia de la universidad" y apostó por "el papel fundamental que desempeñan las humanidades".

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