El gobierno de Kichi lleva al límite su política de no gastar
El ejercicio de 2021 se ha cerrado con 18 millones de euros de remanente pero deja sin cubrir partidas del presupuesto destinadas a Vivienda, Empleo, Asuntos Sociales o Comercio
En el lado medio lleno del vaso, es indudable la labor de saneamiento de cuentas que viene haciendo el gobierno de José María González desde su llegada al Ayuntamiento en 2015. La deuda sigue bajando paulatinamente, los proveedores cobran ya en menos de 30 días, y los números rojos han desaparecido de los ejercicios económicos. Pero esa labor de contención del gasto y ahorro se está llevando al extremo, consiguiendo las noticias positivas en las cuentas a cambio de no cubrir partidas, inversiones y otros gastos, pese a que al inicio del ejercicio disponen de dotación presupuestaria.
La liquidación que acaba de conocerse del presupuesto de 2021 arroja un remanente de tesorería favorable al Ayuntamiento de 18 millones de euros. Es decir, que no se emplearon hasta 18 millones de euros que estaban previstos en las cuentas y que contaban con dotación económica para su empleo. Una realidad que es especialmente llamativas en algunas áreas municipales que llevan años reclamando más proyectos y mayores inversiones.
Así, el capítulo presupuestario destinado a la Atención Social Primaria ha dejado de remanente (es decir, sin emplear) una partida de 4.268.086,50 euros; algo que contrasta con las necesidades de diverso tipo que tiene la ciudad o con los problemas que han derivado en la pérdida de empleos en esa delegación. Un ejemplo de este ahorro excesivo es el de la atención a las personas sin hogar, que de un presupuesto de 83.164,56 euros sólo ha empleado en 2021 16.047,08 euros, siendo más que evidente la proliferación de estos asentamientos y las necesidades de atención que conllevan. Y no menos llamativo es el hecho de no haber empleado un solo céntimo de los 200.000 euros que había previstos para la concesión de ayudas al alquiler para jóvenes.
Llamativo es también el capítulo relativo a la vivienda, donde no se ha empleado un solo euro de los 2 millones que había previstos para inversiones; y de una partida de 3.551.493,33 euros para la implantación de medidas de eficiencia energética en viviendas, solo se han empleado 743.069,16 euros, dejando un remanente de nada menos que 2,8 millones de euros.
En vía pública, donde igualmente son evidentes los problemas por el mal estado de muchas calzadas y aceras, la presencia de innumerables barreras arquitectónicas y demás asuntos pendientes, solo se usó en 2021 dos millones de euros de los 5,5 millones que tenía disponibles el gobierno local.
Siguiendo con esta política de contención del gasto, el fomento del tejido económico de la ciudad apenas empleó la mitad del dinero que tenía presupuestado, teniendo en cuenta las difíciles circunstancias ocasionadas por la pandemia del Covid. En concreto, disponía el Ayuntamiento de 2.954.875,99 euros para 2021, empleando únicamente 1.853.364,44 euros; con ahorros tan llamativos como el del apoyo al emprendimiento socio empresarial para los jóvenes, que no empleó ni un céntimo de los 200.000 euros previstos, o el programa de empleo enfocado a las nuevas tecnologías, que tampoco ha dispuesto un solo euro de los 58.000 disponibles (después de que eliminaran del presupuesto inicial una partida de 142.000 euros para este fin).
Prácticamente en todas las áreas donde la inversión es posible y en las que hay necesidades de actuación se han realizado llamativos recortes o se han dejado sin emplear las partidas previstas en el presupuesto. Ya sea en el área de Cultura, en Patrimonio, en Deportes o en Comercio; lo que lleva a situaciones tan sorprendentes como de la ya denunciada ridícula partida de 55.000 euros para la conservación del patrimonio histórico sólo se hayan gastado 961,95 euros. O que el Castillo de San Sebastián que reclama actuaciones urgentes ante su cada vez más alarmante estado de conservación apenas tuviera destinada una partida de 19.760 euros, de la se ha ahorrado el Ayuntamiento 2.189,89 euros. O que en los mercados municipales solo se hayan gastado 261.809,13 euros de los 689.53,67 euros disponibles, pese a las distintas necesidades que tienen estos edificios.
En Deportes se quedó también en 2021 sin invertir en sus instalaciones una partida de 3.272.293,62 euros, de un presupuesto total que tenía el concejal del área -José Ramón Páez, que comparte responsabilidad con el área de Hacienda, precisamente- de 5.738.629,77 euros (después de restar 105.936,29 euros al presupuesto inicial).
Es de este modo, con ese ahorro que suman buena parte de las áreas de gestión, como el presupuesto de 2021 cierra con esos 18 millones de euros de remanente. La pregunta es si Cádiz puede permitirse dejar sin uso esas partidas en inversiones, en vivienda, en empleo o en asistencia social.
Solo el 40% del Fondo de Contingencia para el Covid
En marzo de 2021 el Pleno del Ayuntamiento aprobaba, de forma extraordinaria, destinar los 783.900 euros del denominado Fondo de Contingencia (una partida incluida en los presupuestos para gastos o situaciones sobrevenidas, como fue la pandemia) para activar medidas de ayuda contra el Covid y la crisis derivada. De esa partida finalmente sólo se gastó un 40% (322.350 euros), según refleja la liquidación del presupuesto.
De igual forma, se dotó de 1.375.227,55 euros para un plan extraordinario vinculado al Covid, del que sólo se invirtieron 757.494,57 euros.
Esa práctica generalizada de evitar gastos, en este contexto del Covid, se extiende a Protección Civil, que sólo empleó una partida de 2.375 euros de un presupuesto de 105.646,47 euros; o a Mantenimiento Urbano, que dispuso de un plan extraordinario de 65.636,41 euros de los que solo se usaron 14.933,41 euros.
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