En forma ante la crisis

La llegada del buen tiempo propicia año tras año un aumento del culto al cuerpo. El cuidado de la imagen, perder unos kilos de más o intentar definir los músculos son retos que se pretenden realizar en muy poco tiempo cuando aparece el calor y se comienza a guardar la ropa de invierno.

Un tipo de público que, como el Guadiana, aparece y desaparece en poco tiempo y al que también afecta la crisis. Unos ingresos extras para los gimnasios que han bajado respecto a otros años, aunque también no sea el prototipo de cliente que se busque, ya que es más rentable el que paga su cuota religiosamente todos los meses.

De todas formas, cada centro deportivo es un mundo en función del tamaño, la zona y la oferta de actividades que tenga.

Uno de los gimnasios más grandes y con mayor fama de Cádiz es el Raúl Calvo, en la calle Dorotea. Cinco plantas en las que se reparten actividades tan dispares como la musculación, las artes marciales, step, pilates, bailes o gimnasia en la piscina.

Su administrador, Carlos Calvo, cuantifica en un 10% la bajada de clientes por culpa de la crisis. "La verdad es que se notan los efectos de la crisis, pero no tanto como en otras ciudades. Por el tipo de población que vive en Cádiz, en la que predominan los funcionarios o los jubilados, la bajada ha sido menor al tener menos peso la industria", asegura. Por eso, tiene "un público fiel de entre 45 y 80 años que no falla al tener actividades destinadas exclusivamente a ellos".

En el gimnasio Raúl Calvo la media anual de socios ronda entre los 900 y los 1.200 socios. Según su administrador, en época de bonanza económica podría haber picos de 2.500 clientes en los meses de primavera.

En el casco antiguo, uno de los gimnasios con mayor número de socios es el Milenium Gym, en la calle Benjumeda. Su gerente, José María Escalante asegura que "todos los años tenemos previsto la subida de clientes en los meses de abril y mayo, y que después no van a volver al gimnasio". Un tipo de usuario que para Escalante sirve "para tapar boquetes durante el año", pero que "no es el que más nos interesa, sino que valoro más el que está en el gimnasio durante todo el año".

En números reales, el gerente del Milenium Gym estima la subida en estos meses en "más de 100 clientes". Con estas cifras, la media anual ronda entre los 300 y 400 socios, aunque cuando la economía acompañaba el pico de clientes en primavera podía llegar a los 700 usuarios.

Entre otros factores, José María apunta también al aumento de la competencia en el centro de Cádiz. "Antes, apenas había tres gimnasios en el casco antiguo y ahora somos muchos más. Además, yo tengo competencia directa con el gimnasio del Pabellón Centro Histórico, que en un principio sólo iba a tener pistas deportivas, y no ha habido ningún consenso con los gimnasios privados", afirma.

Uno de los centros denominados de barrio es el Drei Sport, en la calle Santa María del Mar. Su gerente, Cristian Cordero, comenta que "se nota la crisis en un mes que, en teoría, es de subida de clientes de cara al verano, en el que ya baja un poco"

Este gimnasio, con apenas dos años de vida, registra una media de 250 socios, mientras que en buenos momentos ha podido tener picos de 300 clientes. "Ahora, lo normal es mantener en estas fechas el número de clientes que tenemos durante el año más que recibir nuevos socios. Tal vez, la crisis la notamos más en las épocas malas del año, donde cualquier excusa es buena para dejar el gimnasio durante unos meses para ahorrarse un dinero".

La tendencia en el número de usuarios de los gimnasios, tal como ellos mismos apuntan, suele ser cíclica. Así, los meses de marzo, abril y mayo están marcados en rojo por el aumento de usuarios. Con la llegada del verano, los clientes bajan, siendo septiembre el momento del año en el que menos socios tienen. Octubre y noviembre suponen un nuevo aumento para descender en diciembre, volviendo a subir tímidamente a partir de enero de cara a la primavera.