Los bajos fondos gaditanos están revolucionados. Una ciudad tranquila como Cádiz ha vivido en las últimas semanas diferentes sucesos, desde atracos a mano armada hasta robos con fuerza en diferentes comercios. Cuando se interroga a la Policía la respuesta sin embargo no varía. "Los índices de criminalidad de la ciudad han bajado y esto se podrá comprobar en los informes del Ministerio del Interior". Esa es la respuesta oficial. Otros agentes, en conversaciones más informales, reconocen que han notado un repunte de la violencia. "Es como si hubiera llegado una remesa de rebujito (cocaína y heroína) demasiado puro o algo porque están revolucionados, más agresivos, peleándose entre ellos por el control de algunas zonas claves en el menudeo". Esto también es debido a la detención de algunos históricos en el tráfico a pequeña escala, cuyos huecos tienen muchos pretendientes de jóvenes que aspiran a convertirse en los machos alfa del grupo. La necesidad de encontrar dinero con el que sufragar adicciones también puede estar detrás de este aumento de robos en comercios, ya que la heroína ha vuelto a Cádiz más asequible pero también más pura y dañina que nunca.